Al recibir este sábado en el Vaticano a una asociación de otorrinos y pediatras italianos, el Papa Francisco lamentó que actualmente hoy se prefiera tener perritos en vez de hijos.
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El Papa Francisco en la audiencia general - Una persona carga un perro. | Crédito: Elizabeth Alva - ACI Prensa / Pixabay |
El
Santo Padre advirtió luego que “Italia es un país que envejece: esperemos que
pueda revertir la tendencia, creando condiciones favorables para que los
jóvenes tengan confianza y vuelvan a tener el valor y la alegría de convertirse
en padres”.
“Tal
vez esto no lo debería decir pero lo digo: hoy se prefiere tener un perrito a un hijo.
¡Vuestra tarea es muy limitada, pero crece más la de los veterinarios! Y esta
no es una buena señal”, señaló el Papa Francisco.
No
es la primera vez que el Pontífice se refiere al tema. En mayo de este año contó que le
tocó regañar a una señora que trataba a su perro como a un hijo; mientras que en enero de 2022 lamentó que
muchas parejas les den a perros y gatos el lugar de los hijos.
"Muchas
parejas no tienen hijos porque no quieren o tienen solamente uno porque no
quieren más, pero tienen dos perros, dos gatos… Sí, perros y gatos ocupan el
lugar de los hijos", señaló el Papa Francisco en aquella oportunidad.
En
su discurso de hoy, el Pontífice se refirió también a “otros dos fenómenos
opuestos e igualmente peligrosos que se van difundiendo: de un lado la búsqueda
de la salud a todo costo, la utopía de la eliminación de la enfermedad, sacando
la experiencia cotidiana de la vulnerabilidad y del límite”.
De
otro lado, “el abandono de quien es más débil y frágil, en algunos casos con la
propuesta de la muerte como único camino. Pero una medicina que renuncia a la
cura y se atrinchera detrás de procedimientos deshumanizados y deshumanizantes
no es ya más el arte de curar”.
Ante
esta situación, explicó el Papa Francisco, es necesaria la verdadera compasión,
aquella que muestra el buen samaritano del Evangelio, “que no se va a otra
parte, sino que se inclina sobre el hombre herido y alivia su sufrimiento, sin
cuestionar, sin dejar que su corazón y su mente se cierren por prejuicios, sin
pensar en su propio beneficio”.
Aunque
no la mencionó, las palabras del Papa se dan pocos días después de la muerte de la bebé de ocho meses Indi Gregory, en Reino
Unido, por quien el Pontífice rechazaba luego de que se le
desconectara del soporte que la mantenía con vida, una decisión judicial que se
tomó en contra de la voluntad de los padres.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI
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