La noche de este sábado se presentó el Informe de Síntesis con las principales conclusiones de la primera dase del Sínodo de la Sinodalidad, concluído este 29 de octubre y que espera retomarse en octubre de 2024.
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Foto: Vatican Media. Dominio público |
Como
parte de la clausura, el Informe de Síntesis que recoge las
conclusiones del sínodo fue aprobado por práctica unanimidad de los presentes
con derecho a voto: aunque en un principio eran 365 miembros con esta premisa,
fueron 344 los que votaron
de forma definitiva, después de que cardenales como Ludwig Müller y
Pierbattista Pizzaballa o los obispos Yao Shun o Yang Yonquiang se retirasen a
lo largo del proceso.
El
documento aprobado, el Informe de Síntesis, aborda multitud de temáticas esperadas como la
sinodalidad, la misión, la pobreza y los migrantes, el papel de la mujer y
los laicos en la Iglesia, los abusos, la reestructuración de la administración
eclesial o el clericalismo. Algunos de ellos suscitaron polémica desde momentos
previos al sínodo, como pudieron ser el diaconado femenino o el debate climático: si bien carecen de
conclusiones definitivas, salpican el texto definitivo en varias ocasiones.
Destacamos
algunos de los aspectos centrales del documento y sus conclusiones:
1º La sinodalidad, un término
"desconocido" y resistido
Vatican News destaca primeramente que
entre los primeros puntos del documento se admite que el mismo término de "sinodalidad" no solo es
"desconocido para muchos", sino que también "suscita
confusión y preocupación en algunos".
"Sinodal
y sinodalidad son, en cambio, términos que "indican un modo de ser Iglesia
que articula comunión, misión y participación" y que "no puede
prescindir de sus voces". Por ello, se destaca la necesidad de "comprender las razones de la
resistencia a la sinodalidad", especialmente de cara al futuro y la
segunda fase del sínodo en octubre de 2024.
2º Un lenguaje litúrgico más accesible y
"encarnado" en la diversidad
Según
se desprende del documento, se muestra una "necesidad" que "las
comunidades cristianas compartan la fraternidad con hombres y mujeres de otras
religiones, convicciones y culturas, evitando, por un lado, el riesgo de la autorreferencialidad y la autopreservación y, por
otro, el de la pérdida de
identidad" (2 e). En este nuevo "estilo pastoral", parece
importante para muchos hacer "el lenguaje litúrgico más accesible a los
fieles y más encarnado en la diversidad de las culturas" (3 l).
3º Por los pobres, en sentido amplio:
desde el no nacido hasta el indígena
Uno
de los temas centrales del documento es el de la pobreza y los descartados, categoría que para la Iglesia es
teológica "antes que cultural, sociológica, política o filosófica". A
la hora de definir la
pobreza, no se limita el término a la población con escasos recursos, sino
que también se identifica como tal "a los migrantes, los indígenas, las víctimas de la violencia, los
abusos (especialmente las mujeres), el racismo y la trata, las personas con adicciones, las minorías, los ancianos abandonados, los
trabajadores explotados".
El
documento tiene también claras connotaciones en defensa de la vida, pues
también se incluye en esta categoría a "los más vulnerables entre los vulnerables, los niños en el
vientre materno y sus madres", siendo "necesaria una defensa
constante" sobre estos.
4º Promoción de la mujer y "conversión"
frente al abuso
El
de la mujer fue otro de los temas centrales que se trataron en la primera fase
del sínodo. El informe de síntesis, partiendo de la base de que "en
Cristo, mujer y hombre están revestidos de la misma dignidad bautismal",
llama a una "comunión caracterizada por una corresponsabilidad no competitiva" que "debe
encarnarse en todos los niveles de la vida de la Iglesia". Así, entre
otros aspectos, los firmantes "piden a la Iglesia que crezca en el
compromiso de comprender y
acompañar a las mujeres" desde lo pastoral y sacramental.
Considerando
que a menudo "constituyen la mayoría de quienes asisten a las
iglesias" o que "son las primeras misioneras de la fe en la
familia", el documento insta a que el "acompañamiento y promoción decisiva de las mujeres" deben
ir de la mano.
El
sínodo también habló de "una
Iglesia que duele" debido a un "clericalismo, machismo y uso
inadecuado de la autoridad que continúan desfigurando el rostro de la
Iglesia". En este sentido, los firmantes destacan la "necesidad de
una profunda conversión espiritual" que aborde el "abuso sexual y el
abuso de poder", así como de una "renovación de relaciones y cambios
estructurales" para "mejorar la participación y contribución de
todos".
5º Mayor liderazgo femenino: a la espera
la sentencia sobre las "diaconisas"
Se
aprobó también la necesidad de "garantizar que las mujeres puedan
participar en procesos de
toma de decisiones, liderazgo y responsabilidad -pastoral, enseñanza
en seminarios, procesos canónicos-", si bien el acceso al diaconado de
mujeres forma parte de un debate "conectado a la reflexión más amplia
sobre la teología del diaconado".
Los
"padres y madres" del Sínodo piden continuar "la investigación teológica y pastoral sobre el
acceso de las mujeres al diaconado", utilizando los resultados de las
comisiones especialmente creadas por el Papa y las investigaciones teológicas,
históricas y exegéticas ya realizadas: "Si es posible, los resultados
deberían presentarse en la próxima
Sesión de la Asamblea" (9 n), recoge Vatican News.
6º Retomar la cuestión de celibato:
"Valor profético y conformación a Cristo"
Se
mencionó el tema del celibato, que suscitó distintas valoraciones durante la
asamblea. "Todos -se lee en el Informe final- aprecian su valor profético y el testimonio de
conformación a Cristo; algunos se preguntan si su adecuación teológica con
el ministerio presbiteral debe traducirse necesariamente en la Iglesia latina
en una obligación disciplinar, sobre todo allí donde los contextos eclesiales y
culturales lo hacen más difícil. No se trata de un tema nuevo, que requiere ser retomado".
7º Más y mejor formación afectivo
sexual, especialmente a jóvenes con vocación
El
Informe recomienda también "profundizar en el tema de la educación afectiva
y sexual, acompañar a los jóvenes en su camino de crecimiento y apoyar la
maduración afectiva de los llamados al celibato y a la castidad
consagrada" (14 g).
8º Género, final de la vida o
Inteligencia Artificial: "Es importante tomarse tiempo"
Se
encomienda que este "profundizar" vaya de la mano con un
"diálogo con las ciencias humanas" (14 h) para desarrollar "cuestiones controvertidas incluso
dentro de la Iglesia" (15 b), que "plantean nuevos
interrogantes" para la Iglesia (15g) por lo que "es importante
tomarse tomarse el tiempo necesario para esta reflexión e invertir en ella las
mejores energías". Se pide, eso sí, hacerlo "sin ceder a juicios simplificadores que dañan a las
personas y al Cuerpo de la Iglesia", y recordando que "muchas
indicaciones son ya ofrecidas por el Magisterio y esperan ser traducidas en
iniciativas pastorales adecuadas".
Entre
estas "cuestiones controvertidas se mencionan las "relacionadas con
la identidad de género y
la orientación sexual, el final de la vida, las situaciones matrimoniales
difíciles y los problemas éticos relacionados con la inteligencia
artificial".
9º Escucha a quienes se sienten
"marginados" por su "situación o identidad"
Se
renueva la invitación a una escucha "auténtica" de "las personas
que se sienten marginadas o excluidas de la Iglesia, a causa de su situación conyugal, su identidad y
su sexualidad" y que "piden ser escuchadas y acompañadas, y que
se defienda su dignidad". Su deseo es "volver a casa", a la
Iglesia, y "ser escuchados y respetados, sin miedo a sentirse juzgados", afirma la Asamblea,
reafirmando que "los
cristianos no pueden faltar al respeto a la dignidad de ninguna persona"
(16 h).
10º
Migrantes: "Acogida abierta" y "reconocer errores
cometidos"
El documento también presta atención a los migrantes,
"muchos de los cuales cargan con las heridas del desarraigo, la guerra y
la violencia" y que "se convierten en una fuente de renovación y enriquecimiento para las comunidades que
los acogen y en una oportunidad para establecer un vínculo directo con
Iglesias geográficamente distantes" (5d).
El Sínodo también invita "a practicar una
acogida abierta, a acompañarles en la construcción de un nuevo proyecto de vida
y a edificar una verdadera comunión
intercultural entre los pueblos".
En este sentido, se llama también al "respeto de las tradiciones
litúrgicas y de las prácticas religiosas", así como del lenguaje.
Como ejemplo, el documento del sínodo recoge
que palabras como "misión", en aquellos contextos en los que "el
anuncio del Evangelio ha estado asociado a la colonización e incluso al
genocidio", implica "un doloroso legado histórico" y dificulta
la comunión (5 e): "Evangelizar en estos contextos exige reconocer los errores cometidos,
aprender una nueva sensibilidad ante estas cuestiones".
11º "Combatir el
racismo y la xenofobia"
En este sentido, el documento llama a potenciar
"la educación para una cultura del diálogo y del encuentro, combatiendo el
racismo y la xenofobia, especialmente en los programas de formación
pastoral" (5 p). También a "identificar los sistemas que crean o
mantienen la injusticia racial dentro de la Iglesia y combatirlos" (5 q).
12º
"Arrepentimiento y sanación" para avanzar en ecumenismo
En cuanto al ecumenismo, habla de una
"renovación espiritual" que requiere "procesos de arrepentimiento" y de "sanación de la
memoria" (7c); luego cita la expresión del Papa de un "ecumenismo
de la sangre", es decir, "cristianos de distintas filiaciones que
juntos dan su vida por la fe en Cristo" (7d) y relanza la propuesta de un martirologio ecuménico (7o).
El Informe reitera también que "la colaboración entre todos los
cristianos" es un recurso "para sanar la cultura del odio, la división y la guerra que
enfrenta a grupos, pueblos y naciones". No olvida la cuestión de los
llamados matrimonios mixtos, que son realidades en las que "podemos
evangelizarnos mutuamente" (7 f).
13º Poligamia:
acompañamiento y discernimiento
A la luz de las experiencias relatadas en la
asamblea por algunos miembros del Sínodo procedentes de África, se anima al
SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar) a promover
"un discernimiento teológico y pastoral" sobre la cuestión de la
poligamia y "el acompañamiento
de las personas en uniones polígamas que se acercan a la fe" (16 q)
José María Carrera
Fuente: ReL