Los colegios de Fomento cumplen 60 años y lo celebraron con una Misa en la catedral de la Almudena
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Foto: Archimadrid. Dominio público |
Esta comunidad educativa está formada por más de 25.000
alumnas y alumnos, 3.000 profesionales y más de 90.000 exalumnos, hombres y
mujeres que, por todo el mundo y en todas las profesiones, hacen realidad el
proyecto educativo de Fomento.
Con motivo de este aniversario, y
para dar las gracias por toda esta obra, la familia de Fomento se congregó en
la catedral de la Almudena para celebrar con una Misa estas seis décadas de
aventura educativa. Presidió la Eucaristía el cardenal arzobispo de Madrid,
José Cobo. También estaban presentes el sacerdote Mariano Fazio, vicario
auxiliar de la prelatura del Opus Dei; el vicario regional; y los vicarios de Madrid.
En su homilía, el cardenal repasó la
historia de este proyecto que calificó como «novedoso porque lo impulsaban un
grupo de familias y educadores que anhelaban que sus hijos recibieran en el
colegio una educación católica y global tal y como vivían en sus familias».
Ayudar a que cada alumno escuche la voz de
Dios
«Hoy por eso es un momento
espléndido para dar gracias a Dios por ese milagro y por ese gran número de
alumnos y alumnas que han pasado durante estos años por las aulas de Fomento.
En muchos lugares y en todas las profesiones de algún modo siguen haciendo
realidad lo que han aprendido en estos colegios», indicó el cardenal.
También habló sobre la tarea del
educador. El cardenal insistió en que su primera labor es enseñar a cada
familia y a cada alumno «que Dios le mira de una forma especial»: «La educación
plena lleva a reconocer el paso de Dios en la vida de las personas. Sin Dios,
la persona se cae, llega el miedo y la facilidad de manipulación. Descubrir que
Dios nos mira es una de las tareas de toda la educación católica». Por eso, el
cardenal Cobo en su homilía también recordó que «la educación sin vocación
acaba siendo una administración más». «Seguid dando alma a lo que hacéis. Y el
alma se llena cuando renovamos día a día nuestra vocación sintiéndonos
abrazados por la Iglesia que nos anima y llena de contenido cuanto hacemos»,
les animó.
«No dejéis de ayudar a que cada
alumno, a que cada familia, pueda escuchar a través vuestro ese “tú vales
mucho, vales mucho más de lo que piensas”», les animó el arzobispo, quien
concluyó su homilía con un «gracias por vuestro esfuerzo, por todo lo que
repartís, por todo lo que habéis dado y todo lo que se da, especialmente, por
aquello que no se ve y solo ve el Señor».
Fuente: Alfa y Omega