“Más que una alternativa a la eutanasia, los cuidados paliativos son una alternativa al sufrimiento de las personas. Es la forma más científica, más ética y más humana de acercarnos a estos pacientes”, explicó el Dr. Mario López Saca, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP).
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Dominio público |
El
Catecismo de la Iglesia Católica señala en el numeral 2276 que aquellas
personas cuya vida “se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un
respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para
que lleven una vida tan normal como sea posible”.
En
ese sentido, el siguiente numeral precisa: “Cualesquiera que sean los motivos y
los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas
disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable”.
El
Dr. López también indicó a EWTN Noticias que “los cuidados paliativos son una
alternativa al sufrimiento de las personas porque, de alguna manera, hacemos
que estos pacientes tengan un mejor final. Es decir, logren cerrar sus
pendientes, sus círculos, desde el punto familiar, espiritual o legal, para que
se vayan sanados también interiormente”.
De
ese modo, los enfermos terminales o crónicos avanzados pueden morir “con paz y
tranquilidad, en un entorno muy cercano a sus familiares como el hogar o en un
sitio donde los familiares puedan estar muy al pie de la cama del paciente en
estos momentos tan difíciles”.
“Los
cuidados paliativos serán siempre una respuesta al sufrimiento, de la forma más
ética y humana que podemos dar los profesionales de salud”, subrayó.
El
especialista destacó asimismo que “los cuidados paliativos son una forma
especial de cuidar a las personas con sufrimiento grave relacionado a un
problema de la salud, ya sea enfermedades oncológicas o enfermedades crónicas
avanzadas” con el fin de aliviar su dolor y mejorar su calidad de vida.
“Esta
forma de cuidar tiene como objetivo un manejo global de la persona, es decir
contribuir al alivio de los síntomas físicos, psicológicos y espirituales o
existenciales que tienen los pacientes, pero también acompañando muy de cerca
al cuidador principal y a la familia de estos enfermos” que “comparten el
sufrimiento con el enfermo”, continuó.
Tras
precisar que la ALCP está formada por diversos profesionales como médicos,
enfermeras, psicólogos, entre otros, el experto lamentó que los enfermos
terminales suelan ser abandonados a su suerte.
“El sistema de salud suele abandonarlos de alguna manera, tal vez no con
ese objetivo, pero quizás porque no existen en los hospitales unidades de dolor
y cuidados paliativos destinadas a atender a estos enfermos”, precisó.
Por ello, el experto salvadoreño alentó: “Así como se puede montar una
unidad de diálisis o una cardiovascular en un hospital, también deben montarse
estas unidades de dolor y cuidados paliativos, para que no abandonemos a estos
enfermos que están tan necesitados”.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI
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