El programa Margaretka involucra a la comunidad parroquial para que, diariamente, se rece por la santidad y misión del sacerdote. Lorena Moscoso, colaboradora de Aleteia, comparte su experiencia y nos invita a sumarnos a esta iniciativa polaca
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Sebastien Desarmaux | Godong. Dominio público |
Hace poco más de un año, una monja polaca
nos alentó en mi parroquia a iniciar un movimiento que se estaba haciendo en su
país (Polonia) para rezar por los sacerdotes; se le llamaba Margaretka (margarita
en español) y trata de reunir a un grupo de siete personas que asumen el
compromiso de rezar un día de la semana por el sacerdote de su parroquia, de
manera perpetua.
Lo más común es que las siete personas
asuman el compromiso por un año y luego
continúa otro grupo. De este modo, se alienta a que el compromiso lo asuma toda
la comunidad.
Tras un año de oración, hemos visto
frutos en nuestro párroco, que vive con mayor entrega su sacerdocio; pero
también en nosotras, que entendemos más que nunca la importancia de rezar por
nuestros sacerdotes, de apoyarlos e incluirnos en el fortalecimiento de nuestra
Iglesia católica y sus medios para guiarnos en el camino de la fe.
Hemos
comprendido, también, la tristeza de aquellos sacerdotes que se sienten
abandonados por sus comunidades y hemos sido impulsadas, de forma espontánea, a
salir y formar otras margaritas por sacerdotes de otras parroquias.
¿Cómo sumarse?
Para hacerlo en
cualquier parroquia, se confecciona una margarita con siete pétalos. En cada
pétalo debe ponerse el día de la semana y el nombre de la persona que pedirá
ese día por el sacerdote; en el centro de la flor (parte amarilla) se pone el
nombre del sacerdote por el cual se ofrecerá la oración.
Al
iniciar la actividad, el mismo sacerdote ofrece una misa para bendecir y dar
inicio al movimiento y se le ofrece la margarita (que puede ser digital) para
que sepa quién estará rezando por él cada día.
Se sugiere rezar un rosario,
pero esto puede elegirlo cada persona, pueden ser igualmente un misterio o un
padrenuestro, un avemaría y un gloria, o cualquier oración que desee la persona
asignada para cumplir con el día que le corresponde. Como verás, lo importante
es mantener la oración continua.
Después de esto, se realiza
una oración por el sacerdote (disponible en este mismo artículo) y se lo
encomienda a su santo patrono; por ello, esta parte dependerá de cada
sacerdote.
Para hacerlo más fácil,
nosotras creamos un grupo de WhatsApp y una vez a la semana se envía la
margarita con nuestros nombres para recordar hacer la oración, en caso de que
alguien lo hubiera olvidado, haciendo la advertencia de evitar enviar cualquier
otra cosa que no corresponda con el fin del movimiento.
Así pues, ¡aquí tienes todo lo
necesario para iniciar tu propia margarita! Anímate a abrir nuevos e iluminados
caminos de santidad para tu sacerdote y para tu comunidad.
Oración por el sacerdote:
Oh,
Jesús, Divino Pastor, que llamaste a los Apóstoles para hacerlos pescadores de
las almas humanas, Tú que atrajiste al Padre ______, hazlo tu celoso seguidor y
servidor.
Hazle compartir contigo el deseo de la
salvación universal, por la cual haces presente tu Sacrificio en todos los
altares.
Tú, Señor, que vives eternamente para
interceder por tu pueblo, ábrele nuevos horizontes, para que vea un mundo
sediento de la luz de la verdad y del amor, para que él sea la sal de la tierra
y la luz del mundo.
Fortalécelo con tu fuerza y bendícelo.
San (Elegido por el sacerdote), lo encomiendo hoy a vuestra especial
protección. Te pido que intercedas por él ante Dios y lo ayudes en todas sus
necesidades, para que permanezca fiel a Dios y trabaje fructíferamente para su
mayor gloria.
María, guárdalo de todo mal.
Amén.
Lorena Moscoso
Fuente: Aleteia