La oración del Rosario ayuda a meditar los misterios de la
vida de Cristo, con el saludo bíblico del Ángel a María.
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Dominio público |
Muchos católicos hacen el propósito
de rezar el Rosario con más
frecuencia, llegar a establecer esta oración en su actividad diaria o
rezarlo mejor, con más atención y devoción.
La repetición del saludo bíblico a
María y la meditación de los misterios de la vida de Jesús y la Madre de
Dios fortalecen la vida cristiana de muchos. Pero abundan las personas que
no encuentran tiempo para orar así. Otras constatan que se distraen con
facilidad.
Difundimos aquí 10 consejos
prácticos para rezar el Rosario, tomados del libro El Rosario:
Teología de rodillas, del sacerdote y escritor Florian
Kolfhaus, publicados originalmente en alemán en CNA Deutsch y traducidos y adaptados
por Diego López Marina para Aciprensa.
1. Tener el
Rosario en el bolsillo
Todo católico debe tener siempre un Rosario en su bolsillo. Existe el denario
con sólo diez cuentas y que puede transportarse fácilmente.
Siempre que busques un pañuelo o una
llave antes de salir, recuerda también llevar el Rosario de Jesús y María.
2.
Aprovechar el tiempo libre también para rezar
En la vida cotidiana siempre hay un "tiempo libre" que podremos
aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta médica,
un bus, una llamada importante, entre otros.
Y si por alguna razón una persona no
desea mostrarse en una “sala de espera” como católico practicante, también
puede utilizar sus manos: tenemos diez dedos, para contar con ellos las
Avemarías.
3. Rezar
mientras se realizan quehaceres y deporte
Muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente.
Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto también
se puede rezar el Rosario. Así como cuando las personas que se aman piensan en
el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer
en sintonía con el corazón de Jesús y María.
Esto también funciona para
muchos deportes: correr, andar en bicicleta o nadar son actividades en las
que se puede rezar el Rosario al ritmo de la propia respiración (ya sea de
forma interna o en voz alta si estás solo en un campo abierto).
4. Las imágenes y la música también pueden ayudar
El Rosario es una oración contemplativa. Más importante que las palabras que
usemos, es la predisposición de nuestro corazón para contemplar cada
uno de los misterios.
Para este propósito se puede buscar
en Internet 5 imágenes que nos ayuden a contemplar cada pasaje
de la vida Cristo y María. Por otro lado, la música también puede ser útil si
se ejecuta en un segundo plano para encontrar paz.
5. Canalizar
nuestras distracciones para rezar
Es difícil una oración en la que no surjan distracciones. Una y otra vez los
pensamientos vienen a nuestra mente: la lista de compras, el cumpleaños de un
amigo, una enfermedad o una preocupación. Si luchamos contra ella en la
oración, a menudo es peor.
Es mejor reunir estas
"distracciones" y rezar un Avemaría por las personas, por los amigos
y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oración
se hace sincera y personal.
6. Rezar por
el otro mientras nos desplazamos
En el camino al trabajo o a la escuela, ya sea en auto o en bus, en
tren o caminando, es posible rezar el Rosario sin bajar la cabeza y cerrar
los ojos.
Rezar mientras nos desplazamos
significa dedicar los Avemarías a las personas con las que hemos establecido
contacto o visto durante el día; también por las empresas e instituciones que
están en mi camino.
Por ejemplo, si veo a un doctor en
mi camino puedo rezar por las personas que atenderán sus enfermedades con él.
7. Orar de
rodillas o peregrinando
El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de
rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un "desafío físico".
Sin embargo esto no se trata de “torturarse” o aguantar el mayor tiempo
posible, sino de tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para
adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es también una oración de
peregrinación.
8. Conectar
cada misterio con una intención
No siempre se tiene que rezar el Rosario de corrido. A menudo puede ser
útil conectar cada misterio con una preocupación particular: mi madre,
un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos. Cuanto más específico sea,
mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben tampoco estar ausentes.
9. Rezarlo
en momentos de sequía espiritual
Nosotros los cristianos no somos “yoguis” que debemos cumplir con prácticas
ascéticas para “vaciar” nuestra mente. Si bien nuestra relación con Dios está
por encima de cualquier actividad, hay también momentos de sequía y aflicción
en los que no se puede orar.
En estos momentos difíciles, tenemos
que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Esto no es
una charla pagana, sino que aquella pequeña chispa de buena voluntad
que ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Espíritu Santo avive la llama
de nuestro espíritu.
En tiempos difíciles, incluso
puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este
estado desdichado ante Dios y su madre se convierte en una buena oración y
ciertamente no permanece sin respuesta.
10. Caer dormido
rezando el Rosario
El Rosario no debe estar solo es nuestro bolsillos, sino en cada mesita
de noche. Cuando se intenta conciliar el sueño también se pueden rezar los
Avemarías y es mejor que contar ovejas.
En ocasiones solo las personas
mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas
de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, también en los buenos tiempos
se debe recurrir a esta oración y pedir especialmente por aquellos que sufren.
Fuente: ReL