El obispo de Matagalpa pide la liberación de otros sacerdotes encarcelados. La única circunstancia en la que aceptaría el exilio es si el papa Francisco se lo pidiera
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El obispo Rolando Álvarez durante una visita familiar en La Modelo, el 25 de marzo de 2023. Foto: Sistema Penitenciario Nacional. Dominio público |
Fuentes
eclesiales y diplomáticas revelaron a Confidencial de Nicaragua que
el Vaticano envió a Managua a un representante diplomático de su Secretaría de
Relaciones Exteriores para negociar con el Gobierno de Nicaragua la
excarcelación y el exilio de monseñor Rolando Álvarez.
Sin
embargo, el obispo no aceptó los términos impuestos para su
destierro. Una fuente vinculada la Iglesia recordó que
desde agosto de 2022, cuando el régimen de Daniel Ortega impuso un cerco
policial en la curia de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez se ha rehusado a
aceptar la opción del destierro o el exilio que le pretenden imponer, y reclama
su libertad incondicional y la de todos los sacerdotes encarcelados.
Por esa misma razón de principios, se rehusó a aceptar el destierro que el
régimen impuso a otros 221 presos políticos, entre
ellos varios sacerdotes, el 9 de febrero.
“La
única circunstancia en la que monseñor Álvarez aceptaría irse al exilio
es si el papa Francisco se lo pide o se lo ordena, y eso no ocurrió antes, ni tampoco ha ocurrido en las conversaciones que llevaron a
cabo esta semana con un representante diplomático del Vaticano”, explicó la
fuente.
Por
su parte, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y actual
vicepresidente de la Conferencia Episcopal nicaragüense, en declaraciones a
algunos medios de comunicación calificó como “pura especulación” la noticia de
la excarcelación de monseñor Rolando Álvarez y dijo que “él se mantiene en la
cárcel La Modelo”, donde el Arzobispo no ha tenido contacto con el obispo,
aunque si miembros de su familia.
En
las redes sociales, algunos nicaragüenses han criticado el silencio de la
Conferencia Episcopal calificándola de "ciega, sorda y muda".
Mientras
tanto, el régimen de Ortega mantiene en la cárcel La Modelo a los
sacerdotes Leonardo Urbina (detenido en Boaco), Manuel
García (detenido en Nandaime), ambos condenados por presuntos delitos comunes,
y al sacerdote Jaime Montesinos, acusado por “menoscabo a la soberanía
nacional”.
Otros
dos sacerdotes Pastor Rodríguez y Leonardo Guevara, ambos asociados a Cáritas
de Estelí, se encuentran detenidos en un “seminario por cárcel”, mientras son
objeto de una investigación financiera por presunto lavado de dinero, a través
de la cual el régimen mantiene congeladas todas las cuentas bancarias de la
Iglesia católica.
Monseñor
Álvarez también demandó la liberación de todos los sacerdotes
encarcelados y que desbloquearan todas las cuentas de las diócesis de la
Iglesia católica, peticiones que fueron rechazadas por el
Gobierno.
Sólo
ha salido en dos ocasiones
Monseñor
Álvarez fue arrestado y trasladado a Managua, la madrugada del 19 de agosto de
2022, después de permanecer dos semanas bajo arresto domiciliario en la Curia
Episcopal de Matagalpa.
En
el operativo policial también fueron trasladados cuatro sacerdotes, dos
seminaristas y un camarógrafo que lo acompañaban. El religioso fue trasladado a
Managua bajo arresto domiciliar y los demás fueron encerrados en la Dirección
de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.
Durante
su encarcelamiento, la dictadura de Ortega mostró
públicamente al obispo solo en dos ocasiones. La primera fue en
diciembre de 2022 cuando el sacerdote fue trasladado a los juzgados del
Distrito Penal de Audiencias de Managua donde fue acusado de conspiración
para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias
falsas en perjuicio del Estado y la sociedad
nicaragüense.
La
segunda ocasión fue el 25 de marzo de 2023, cuando la dictadura publicó, a través
de sus medios de comunicación, una serie de fotografías y videos de un
encuentro que tuvo el obispo con dos de sus hermanos. Las
imágenes mostraron al obispo visiblemente delgado, pálido y canoso. Desde
entonces no se conoce cómo está su salud ni si estado físico.
Condenado a 26 años de cárcel
Monseñor Álvarez es
el primer obispo de Nicaragua en convertirse en preso político. Por su voz
profética fue perseguido desde antes de su arresto. En mayo de 2022 tuvo que
refugiarse en Managua después que la Policía allanara la vivienda de su
hermana. En represalia también le cerraron los medios de comunicación, de
televisión y radio, de las dos diócesis que administraba.
El
10 de febrero de 2023, la justicia del régimen de Daniel Ortega y Rosario
Murillo finalmente lo condenó a 26 años y cuatro meses de cárcel en un juicio
exprés realizado un día después que el prelado se negara a abordar un avión que lo trasladaría a
Estados Unidos junto a otros 222 excarcelados políticos que fueron desterrados.
Ese mismo día también fue desnacionalizado.
Desde
entonces, el obispo fue trasladado al Sistema Penitenciario Nacional Jorge
Navarro, conocido como “La Modelo”, donde permanece en
una celda de máxima seguridad conocida como “El Infiernillo”, que
según describen algunos excarcelados políticos, la celda es de unos dos metros
y medio de largo por dos metros de ancho, insalubre y sin
ventilación.
Ahí
“el bochorno provoca mayor ansiedad, desesperación, ganas de salir corriendo”,
dijo el excarcelado político Yubrank Suazo, quien estuvo allí en dos
ocasiones.
Solidaridad hasta del Parlamento
Europeo
El
encarcelamiento del obispo ha provocado olas de solidaridad a nivel
internacional. La última fue impulsada por el
Parlamento Europeo, quienes pidieron que “se demuestre que
el obispo Rolando Álvarez está vivo”. Los eurodiputados también pidieron
reiteraron “su llamado a su liberación inmediata e incondicional y a la de
todos los presos políticos”.
En marzo pasado, el
régimen de Daniel Ortega rompió las relaciones con el Vaticano horas después que
el papa Francisco lo calificara en una entrevista concedida a Infobae
como una “dictadura hitleriana” y opinara —“con mucho respeto”— que padece “un
desequilibrio” mental. A la par, elogió al obispo Álvarez, de quien aseguró:
“Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
La persecución a la Iglesia
Tras
el arresto de monseñor Álvarez, la dictadura de Daniel Ortega
incrementó la represión en contra de la Iglesia católica a
través de prohibiciones de actividades religiosas, congelamiento de cuentas
bancarias, asedio en las parroquias y la expulsión de al menos 84 religiosos,
entre sacerdotes y monjas, incluidos el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de
Managua, monseñor Silvio José Báez.
Según
un monitoreo realizado por la investigadora nicaragüense exiliada Martha
Patricia Molina, se calcula que 44 religiosos y 40 monjas han salido
del país en estos últimos cinco años, pero con mayor
énfasis, entre 2022 y el presente.
Las
últimas en sumarse fueron las monjas de la Fraternidad Pobres de
Jesucristo, de origen brasileño, que fueron expulsadas de
Nicaragua el pasado domingo 2 de julio.
El
28 de junio de 2023, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)
emitió una resolución en la que ordena a la dictadura Ortega Murillo la
liberación del obispo. Esta resolución se suma a otras que la Corte IDH giró
durante meses en favor de decenas de personas consideradas como presos
políticos en Nicaragua, la última de ellas en enero de 2023, sin que fueran
acatadas por el Gobierno de Ortega.
Fuente: ReligiónConfidencial