El valor de una bendición
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
La hermana que oficia en el coro tiene también
que bendecir la mesa y dar gracias cuando terminamos las comidas. Es algo que
parece sencillo y, sin embargo, necesitamos “chuleta” para hacerlo, pues no se
hace de la misma manera los días de diario que los domingos y festivos,
Adviento, Pascua y Cuaresma.
Miraba el papel que estaba en mi sitio y me
quedé considerando el valor de la bendición. Es una costumbre muy bella que
viene de nuestros hermanos mayores, los judíos, que, convencidos de que todo lo
creado por Dios es bueno y el agradecimiento se expresa a través de las cosas
creadas por Él, tienen el día repleto de bendiciones: bendición al levantarse,
la comida, el vino, al ir a descansar…
Jesús, como judío, creció bendiciendo al Señor
en todo momento. Y en los años de su vida pública era algo que le surgía como
el latir del corazón: antes de multiplicar los panes, en la última cena…
bendecía al Padre. Lo mismo hicieron los discípulos y después las primeras
comunidades cristianas, manteniéndolo hasta ahora.
La bendición de la mesa forma parte de la
acción de gracias por todo lo recibido, nos hace conscientes de que todo es
don. Es un momento que nos pone en nuestra realidad de criaturas, que
dependemos de todo un Dios que nos ama, nos conoce por nuestro nombre y se
preocupa por nosotros. Darle gracias al Señor por los alimentos es una manera
de oración que ensancha el corazón a la vez que une a la familia poniendo la
mirada en Él, que nos da el “pan de cada día” en tantas cosas pequeñas.
La comida es un momento en el que todos paramos
y nos invita a considerar que estamos en Sus manos y que Él cuida de todo.
Alabar, bendecir… Abre los ojos para reconocer todas las bendiciones que el
Señor pone en nuestra vida. Es vivir desde el “sí”, desde las bendiciones del
Señor hacia nosotros. Es una costumbre que cambia el corazón y la mirada.
En Cristo, los cristianos somos bendecidos por
Dios Padre “con toda clase de bendiciones espirituales” (Ef 1,3).
Hoy el reto del amor es que vivas desde la
bendición. Bendice la mesa antes de comer, haz la señal de la cruz y di una
oración que hayas aprendido o que encuentres que te lleve a alabar al Señor en
agradecimiento.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
22 junio 2023
Fuente: Dominicas de Lerma