¿De cerca o de lejos?
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Cuando ya llevo un rato estudiando, me gusta
mucho descansar un poco la vista mirando a lo lejos desde mi ventana.
Como el monasterio está en la parte más alta
del pueblo, puedo disfrutar de un largo horizonte. Y, ciertamente, son unos
minutos de descanso.
Además, voy viendo la evolución de las
estaciones, de los días… Ayer concretamente me llamó la atención el campo que
hay más próximo tras la tapia de nuestro monasterio. Ya se va viendo de color
verde, por lo que sé que, a pesar de la falta de lluvias, está brotando lo que
sea que han plantado allí.
Y precisamente me pregunté: ¿qué habrán
plantado?
-No tengo ni idea, es imposible saberlo desde
lejos -me respondí mentalmente.
Pero aquella idea me gustó mucho. Porque a lo
largo de estos años, he podido ver qué diferente es ver la vida de los demás
“de lejos” a verla y conocerla “de cerca”.
Cuando vemos la vida del otro “de lejos”, se
vuelve ajeno a nosotros, deja de formar parte de nuestra vida, y lo que esa
persona vive me termina por no afectar, no sé lo que piensa o lo que puede
sentir, y, en el fondo, no conozco lo que está viviendo. Y todo esto hasta nos
puede suceder viviendo en la misma casa.
Y, sin embargo, qué diferente es estar cerca,
aun pudiendo estar a kilómetros de distancia. Porque dejo que lo que vive me
afecte, puedo sentir con la persona porque realmente lo que le acontece forma
parte de mi oración.
Cristo, siendo Dios, se hizo Hombre, para vivir
todas nuestras circunstancias, y para salvarnos muriendo y resucitando en ello.
De esta forma nunca le podremos decir que Él no nos entiende, o que está lejos,
porque Él es quien está mas cerca de nosotros que nosotros mismos.
Hoy el reto del amor es acercarte a esa
persona. Para amar es necesario conocer. No tengas miedo a abrirte a los demás,
también tú, desde tu propia experiencia del Señor, puedes ser luz para los que
Él te ponga en el camino.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
03 mayo 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma