La huella de una hostia milagrosa ha quedado impresa en el escalón de una importante iglesia de la capital de Italia
La reliquia del milagro de Santa Pudenziana se conserva en el monasterio de Andechs |
Hospitalidad para san Pedro
La iglesia es una de las más antiguas y
fascinantes de Roma, y se remonta a la época romana. Según la mayoría de los
historiadores, el senador romano Pudentius dio hospitalidad al apóstol
Pedro en su casa, que se alzaba justo donde la iglesia descansa sobre sus
cimientos. Se dice que el nombre de la iglesia, según informa la agencia de
noticias Zenit, deriva del nombre de la hija del senador.
Pudenziana y su hermana Práxedes, aunque nunca fueron martirizadas, se hicieron
famosas porque, tras su ejecución, extrajeron sangre de mártires.
La iglesia dedicada a Pudenziana es conocida porque «alberga» el testimonio visible del milagro eucarístico. En realidad, la reliquia (es decir, la hostia) del milagro de Santa Pudenziana se conserva en el monasterio benedictino de Andechs, en Alemania. Pero el hecho ocurrió en Roma en el año 595 durante una celebración eucarística presidida por el Papa San Gregorio Magno.
En el momento de recibir la Sagrada Comunión, una noble
romana comenzó a reír porque le asaltaban dudas sobre la verdad de la presencia
real de Cristo en el pan y el vino consagrados. El Papa entonces, perturbado
por su incredulidad, decidió no comulgar e inmediatamente las especies de pan
cambiaron a carne y sangre. En ese momento la mujer supuestamente se arrodilló,
llorando, arrepentida por haberse burlado de Jesús.
22 milagros reconocidos
Entre las obras más importantes en las
que se menciona este milagro eucarístico se encuentra la Vita Beati
Gregorii Papae, escrita por el diácono Pablo en 787.
Además de este relato, se transmite otro
que también tuvo lugar en la basílica de Santa Pudenziana. Se dice que un
sacerdote, que no creía en la presencia de Jesús en la Eucaristía y que dejó
caer inadvertidamente la hostia consagrada, vio la huella de la partícula y una
mancha de sangre en el suelo, que aún son visibles en los escalones de la
capilla Caetani de la misma iglesia.
El de Roma es uno de los 22 milagros
eucarísticos reconocidos oficialmente por la Iglesia en Italia. Estos
milagros siempre tienen que ver con la Eucaristía. Suelen ocurrir
con la transformación de la hostia consagrada en carne o del vino en sangre, o
con el sangrado de la hostia. En la mayoría de estos casos, el suceso se habría
producido mientras celebraba misa un sacerdote que dudaba de la realidad de la
transubstanciación (es decir, de la conversión de la hostia y el vino en el
cuerpo y la sangre de Cristo).
Muchos prodigios de este tipo se habrían
producido durante acontecimientos que habrían puesto en peligro las hostias
consagradas: profanaciones, robos, incendios u otros. Tales prodigios habrían
procurado la salvación o recuperación de la hostia y la captura o arrepentimiento
del profanador o ladrón. A menudo, las hostias consagradas que fueron
objeto del milagro se conservan como reliquias.
Gelsomino del Guercio
Fuente: El Debate