El dominico ha confesado a miembros del programa... y les impuso la ceniza en Cuaresma
El fraile venezolano acumula 14 programas en MasterChef. Dominio público |
El
fraile, que acumula 14 programas, es el primer religioso que participa en este concurso que
lleva ya once temporadas. Periodista de profesión, Marcos forma parte del
equipo de promoción vocacional en la Provincia de Nuestra Señora del Rosario en
España y trabaja en la parroquia de San Pedro Mártir de Madrid. El periódico La
Razón le acaba de entrevistar.
Hacerse ver en estos espacios
"Tengo
varias familias colombianas y venezolanas amigas y suelo ir a cocinar a sus
casas. Ya sabes que los latinos somos de compartir la vida en la cocina. Mientras preparas una arepa una te
dice que ha dejado a su novio, el otro te cuenta que su hijo se va a
graduar", comienza diciendo sobre el origen de su devoción por los
fogones.
"En
una de esas reuniones, apareció una periodista y me sugirió que me presentara
al concurso. Entre bromas, me acabaron inscribiendo. Y me llamaron. En los casting yo
no dije que era fraile hasta que fui pasando fases y, entonces les
planteé que era sacerdote y que estaba pendiente de una cirugía lumbar para ver
si se desanimaban. Pero el remedio fue peor que la enfermedad y así acabe en
MasterChef", añade el sacerdote.
Fray
Marcos cree que está siendo una gran oportunidad. "Un programa como éste
es una ventana importante para enviar un mensaje de esperanza. Y también de
evangelizar. Antes muchos los chicos tocaban a las puertas de los conventos
queriendo ser monjes. Hoy los jóvenes están en las pantallas, en las redes y somos nosotros los que tenemos que
hacernos ver en esos espacios. Un fraile, una monja, un cura o un
matrimonio católico tiene que estar allí donde está la vida", explica.
Como
trabajador en la promoción vocacional, el venezolano tiene algunas recetas para
conseguir nuevos frailes. "Lo primero, es poner un toque de alegría,
acompañado del testimonio desde tu realidad, desde lo que eres, desde tu
debilidad. El Señor te llama con tu todo, no solo con tus talentos. A veces pensamos que la vocación
es solo para perfectos. Cristo no quiere seguidores a los que no les corra
la sangre por sus venas", asegura.
"El
Señor nos quiere humanos y libres. Solo desde ahí puedes despertar en el joven
el enamoramiento por Dios, porque has elegido desde la libertad tu opción de
vida. Es similar a estar casado. Se puede atravesar la muchacha más linda o el
tío más guapo, pero sabes
que por encima de esa atracción está la pasión a tu pareja y el amor a
tu familia", afirma.
El permiso de sus superiores
Sobre
si encontró algún impedimento por parte de su orden para participar, el fraile
comenta que las dudas se disiparon rápido. "En un primer momento se
mostraron preocupados porque implicaba exponerme a mí y a la Iglesia. Sin
embargo, un fraile que fue mi superior en Venezuela decantó la balanza al 'sí'
cuando dijo: '¿Qué tenemos que ocultar? Somos hombres comunes y corrientes que hemos optado solamente por seguir
al Señor y eso es lo que puedes y debes mostrar'. Desde ese momento, el
prior y mi comunidad me han apoyado al cien por cien. Es cierto que durante los
meses de grabación han tenido que suplirme y les he complicado un poco la
vida", reconoce.
Fray
Marcos tiene un truco que le ayuda a salir en televisión. "No se puede
caer bien a todo el mundo. Con eso hay que contar, y mi experiencia como
comunicador algo ayuda. Pero, sobre todo es importante saber lo que tú eres y quién eres frente al Señor.
Podemos mentir al mundo, pero ante Dios estamos desnudos", explica.
El
venezolano confiesa que está siendo una experiencia muy enriquecedora. "Al
principio yo fui muy prudente, por temor a que pensaran que el cura venía de
listo a adoctrinarlo. Sin embargo, me he llevado muchas sorpresas porque
algunos eran alumnos de colegios religiosos y se acercaban a mí para preguntarme dudas de fe, para
compartir sus inquietudes... Como no podía celebrar la eucaristía durante los
días de grabación buscaba mis tiempos de silencio para orar y meditar y ellos
se daban cuenta, me preguntaban, se interesaban… Ha sido una experiencia de
primera evangelización", relata.
"Del
equipo de cámaras, maquillaje y vestuario, también me han pedido que les confesara. Incluso impuse la
ceniza a unos cuantos el Miércoles de Ceniza. En resumen, he recibido
mucho. Puedo decir que Masterchef es una escuela de aprendizaje, no solo ante
los fogones, sino porque salgo ganando por la experiencia de tantas vidas con
las que me cruzo. Además, me han ayudado a romper con ese estereotipo de que en
España nadie cree ya en Dios", añade.
El
dominico se toma su paso por MasterChef como una misión. "Hay que
tomárselo muy en serio, porque la sal no solamente sirve para dar sabor, sino también para sazonar,
mantener, para curar, para sanar. El Papa Francisco no dice por casualidad
eso de que no quiere cristianos con cara de vinagre. Tenemos que dar sabor a
este mundo. Tiene que haber una renovación de la Iglesia, dejar a un lado la
pereza y el desánimo y ser más atrevidos", relata.
Fray Marcos termina revelando su gran sueño: cocinarle al
Papa Francisco. "Un buen asado porque sé que tiene buen saque. No se lo haría al estilo argentino porque seguro que no estoy
a la altura, pero sí tengo el punto cogido al asado colombiano, con su
maíz, su plátano maduro y su papa salada. Lo acompañaría además con algún plato
venezolano, de mi tierra. Por ejemplo, una ensalada parrillera de zanahoria,
repollo y yuca", concluye.
Fuente:
ReL