El Servicio de Pastoral Vocacional de la CEE incidirá en la familia. Si crecen los matrimonios católicos, dicen, crecerán las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada
Mons. Luis Argüello. Foto: José calderero de Aldecoa. Dominio publico |
Esta idea, con sus propias palabras, la expresó el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, en un encuentro con periodistas para presentar el nuevo Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que aspira a cambiar esta asociación de conceptos.
El objetivo del organismo es, precisamente, este:
que la sociedad deje de pensar en la vocación como algo exclusivo de las
personas especialmente consagradas y se genere una cultura vocacional en todos
los fieles. Convencernos de que, «en la Iglesia, cuando hablamos de vocación,
no solo hablamos de curas o monjas, sino que también nos referimos al laicado y
al matrimonio y la familia», subrayó el exsecretario general de la CEE, que es
el coordinador del servicio.
En la práctica, el
proyecto —en el que participan las comisiones episcopales del Clero y
Seminarios; Vida Consagrada; Laicos, Familia y Vida y Misiones, así como Obras
Misionales Pontificias, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y la
Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS)— se dedicará a «la
sensibilización, la formación y la organización de las habituales campañas en el
ámbito vocacional».
La primera de ellas
tendrá lugar este próximo domingo, 30 de abril, cuando se celebrará
conjuntamente la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la
Jornada de Vocaciones Nativas con el lema Ponte en camino. No esperes más.
«Antes, por ejemplo, todos los materiales para este día los preparaba la
Comisión para el Clero y Seminarios, pero ahora hemos participado el resto de
los miembros del servicio», explica a Alfa y Omega Luis
Manuel Romero, secretario de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, que
subraya el «carácter sinodal, en línea con el Papa», de esta nueva
organización.
Más allá de estas
jornadas, el organismo está trabajando también en un congreso nacional —todavía
sin fecha en el calendario, pero previsto para el curso 24/25— que ahondará en
esta idea de la vida entendida como vocación y que tendrá un formato similar al
Congreso de Laicos, celebrado en Madrid en febrero de 2020. «Al igual que este
último evento, que está dando muchos frutos, la idea no es hacer un acto
puntual, sino que se inicie un proceso de sensibilización que vaya implantando
esta cultura vocacional», añade Romero.
La esperanza de la
Conferencia Episcopal es que, cuando esta idea se vaya asentando, crezcan las
vocaciones al matrimonio y la familia y, como consecuencia de ello, las de
especial consagración, como son el sacerdocio o la vida consagrada, «surjan
como fruta madura» —en palabras de Argüello— y se recuperen de la dinámica
descendente en la que se encuentran durante los últimos años.
Cabe recordar que en la actualidad tan solo hay 974 jóvenes en España que se preparan para recibir el sacramento del Orden Sacerdotal. Se trata de la peor cifra desde que hay registros. Una situación en la que ha influido, según explicó en su momento la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, «la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes, que también se reflejan en otros datos estadísticos, como el número decreciente de matrimonios, tanto civiles como eclesiásticos».
José
Calderero de Aldecoa
Fuente:
Alfa y Omega