El micrófono del Señor
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Los primeros y terceros viernes de mes tenemos
exposición del Santísimo. Tras celebrar la Eucaristía, el sacerdote hace la
exposición y así permanecemos en adoración haciendo velas durante toda la
mañana.
Cada vez que el sacerdote lo expone, como lo
hace seguido de la Eucaristía, todavía está colocado el micrófono sobre el
altar. Unos instantes después, las sacristanas retiramos el micro, el misal, y
colocamos más velas encendidas.
Pero, durante esos minutos que dura la
exposición, el micro se queda ahí colocado, justo debajo de la custodia. Y me
hace mucha gracia, porque al ver esa imagen siempre me surge pensar: “Cómo me
gustaría ser el micrófono del Señor”.
Sí, porque un micrófono cumple una misión muy
importante y es amplificar la voz del que habla. Él no es el importante, el que
es importante es el Señor, es Su Palabra. Y, de hecho, si el micro funciona
bien, nadie se percata de que está ahí aunque todos lo agradecen. En cambio,
cuando presenta interferencias o pitidos, a todos resulta incómodo.
Pero es que la realidad es que nosotros estamos
llamados a ser el micrófono del Señor. A ser transmisores de Su Gracia, de Su
vida. No se trata de que digamos nada, las Palabras son Suyas, sino de que, con nuestra vida,
trasparentemos que hemos recibido Vida con mayúsculas de Alguien por quien
merece la pena vivir.
Hoy en día el mayor testimonio es la felicidad,
la coherencia de vida, una vida en plenitud en las cosas sencillas. Porque el Señor demuestra cada día que la
Vida en plenitud es Él y, si Él proveerá de lo que necesitemos, ¿por qué
preocuparnos?
Hoy el reto del amor es vivir un día con
alegría. La Alegría sencillamente se vive, es el fruto de dejar nuestra vida en
manos de Cristo. Y así dejamos realmente que Él hable a los demás a través de
nuestro pequeño micrófono.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
21 abril 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma
