Echar gasolina
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Ha crecido la hierba, por turnos vamos con un
pequeño tractor cortacésped a poner bien el terreno. Me encanta ir a pasarlo,
pero, por unas cosas u otras, no había logrado hacer mi turno.
Por fin, ayer por la tarde, tuve un rato, fui
corriendo a por la máquina, me subí y pensé: “¿Tendrá gasolina?”. Tenía la
garrafa ahí mismo. Sin embargo, preferí aprovechar el rato que tenía a parar
tan solo unos minutos a llenar el depósito; creí que con lo que quedaba de la
anterior me serviría.
Fui campo a través una vez, otra, otra… Y, de
repente, cuando estaba en el punto más lejano al almacén, el tractor
cortacésped no quiso seguir. Se paró, reclamaba la gasolina.
Tuve que ir caminando a por la garrafa,
cogerla, llevarla hasta donde se había quedado parado y llenar el depósito para
poder seguir.
El Señor me ponía en el corazón: “¿Qué son tus
planes, tus sueños, sin mí?”. ¡Sin gasolina no puedes seguir!
Nada sin ti, Señor, todo contigo. ¿De qué sirve
hacer, si no es para Él? ¿Amar, si no es en Él?… Si no “echamos gasolina”, si
no paramos a repostar, la reserva tarde o temprano nos deja parados a mitad de
camino
Cristo nos da esa gasolina que hace que podamos
seguir el camino: nos da el amor que necesitamos para seguir amando al que nos
cuesta; la confianza para ver más allá de las dificultades, la esperanza para
luchar por lo esencial… necesitamos tener el depósito lleno con la oración.
Ponerte en presencia del Señor antes de salir
“del almacén” hace que todo sea diferente, pues tu corazón se pone en sintonía
con el de Cristo, se llena de Su Amor. Todo lo que hacemos necesita gasolina,
necesita de Cristo. ¿Qué vas a hacer para comer, qué necesita esa persona que
va hoy a tu casa? ¿Cómo vas a preparar el corazón para acoger al compañero que
te necesita? ¿De dónde vas a recibir la paciencia para no enfadarte en el
atasco?… Todo repostando con Cristo.
Y, si a mitad de camino sientes tener tu
depósito vacío, que el coche se para porque dejas de amar o pierdes la paz,
búscaLe, corre a una iglesia hasta que experimentes que tu corazón se calma y vuelve
a latir al ritmo del Suyo.
Hoy el reto del amor es que, antes de hacer
algo, llenes tu depósito de gasolina. Ora, pon tu corazón en sintonía con el
Señor en lo que tengas que hacer con esta pregunta: ¿qué harías Tú?
¡Buen viaje!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
23 marzo 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma