Me libró
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Uno de estos días, me cargué entre los brazos
varias cajas para llevarlas hasta la puerta. No pesaban, pero, como eran
grandes, no sabía por dónde pisaba, porque no veía nada.
Emprendí mi camino un poco a tientas, cuando de
pronto sentí que una hermana tiraba de mi jersey con tanta fuerza que me frenó
de golpe. Solté las cajas, y me di cuenta de que había evitado que me cayera
con un pedrusco en el camino.
Aquel suceso me demostró, una vez más, que el
Señor muchas veces se vale de los hermanos para evitarnos una caída. Los que están
junto a nosotros no solo nos pueden librar de una buena caída física, como me
sucedió a mí, sino en todos los sentidos. Y, de la misma manera, el Señor se
quiere valer de nosotros para sostenerlos a ellos… ¡es una llamada para todos!
Pero me di cuenta de que, para que esto suceda,
en necesario solo una cosa: tener ojos para el hermano. Verle, conocerle,
interesarse… estos pequeños gestos de cada día mantienen nuestro corazón
entregado, y menos pendiente de nosotros mismos.
Y conocer al otro y quererlo así es un Don
enorme del Señor, que nos permite tener como un sexto sentido que nos mantiene
atentos a cualquier necesidad. Nunca sabemos de qué manera va a actuar el
Señor, pero, si estamos abiertos a vivir el día desde el amor, Él nos pondrá
esa inspiración en el momento oportuno.
Hoy el reto del amor es amar al otro en lo
sencillo. Pregúntale, muestra tu interés por lo suyo, descubre qué lleva en su
corazón, qué le preocupa, y sobre todo, reza por él entregándole al Señor todo
lo suyo. Ve ensanchando el espacio de tu corazón, y deja que el Señor se valga
de ti para ser Su instrumento.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
17 marzo 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma
