El Pontífice volvió a expresar su cercanía, como ya lo había hecho el domingo pasado, ante la desgarradora situación que ocurrió en el sur de Italia y pidió otra vez que las aguas del Mediterráneo no se ensangrienten más con estos incidentes
El Santo Padre presidió el Ángelus desde la ventana de su estudio. (Vatican Media) |
Con rostro compungido, el Papa Francisco
expresó su pesar por la tragedia ocurrida en las aguas de Cutro, cerca de
Crotone, al sur de Italia, acaecida el pasado domingo 26 de febrero. Tras rezar
el Ángelus este 5 de marzo, segundo domingo de Cuaresma, el Pontífice
rezó por las numerosas víctimas del naufragio, por sus familias y por los
supervivientes.
También manifestó su reconocimiento y gratitud
a la población y a las instituciones locales por su solidaridad y acogida a
estos hermanos y hermanas nuestros.
Al mismo tiempo, el Santo Padre renovó su
llamamiento a todos "para que no se repitan tragedias como esta". Y
con vehemencia, exclamó: "¡Que se detenga a los traficantes de seres
humanos, que no sigan disponiendo de la vida de tantos inocentes!".
"¡Que los viajes de la esperanza no se
conviertan nunca más en viajes de la muerte! ¡Que las aguas claras del
Mediterráneo no se ensangrienten más con incidentes tan dramáticos!", clamó
Francisco, pidiendo, por último, "que el Señor nos dé la fuerza para
comprender y llorar".
Las palabras de Francisco del 26 de
febrero
"Esta mañana -había
dicho el Sucesor de Pedro hace exactamente una semana, también luego del
Ángelus- me he enterado con dolor del naufragio ocurrido en la costa calabresa,
cerca de Crotone. Ya se han recuperado cuarenta muertos, entre ellos muchos
niños. Rezo por cada uno de ellos, por los desaparecidos y por los migrantes supervivientes.
Doy las gracias a cuantos los han socorrido y a quienes los están acogiendo.
Que la Virgen sostenga a estos hermanos y hermanas nuestros".
La humanidad de la ciudad de Crotone
Como cuenta nuestro
colega Salvatore Cernuzio, enviado de Vatican News a Crotone, son
"palabras que vienen a cuento en unos días en los que sobre todo la gente
corriente está dando muestras de gran humanidad, empatía y acogida".
"Esto se puede ver en el constante ir y
venir del Palamilone, -escribe- el pabellón deportivo donde el 1 de marzo se
abrió la cámara funeraria para los 66 féretros alineados allí, incluidos los
blancos de niños, incluso bebés. Nadie pasa por delante de la verja verde del
polideportivo, donde se han colocado durante días carteles, pancartas y
peluches, sin antes persignarse. Algunos paran el coche para hacerlo y se
detienen unos instantes en silencio. Hasta última hora de la tarde de ayer, no
cesó el flujo de ciudadanos que acudían a llevar un ramo de flores o una
pequeña lámpara roja en recuerdo de estas vidas rotas. 'Ningún hombre será
jamás un objeto' rezaba un cartel blanco. Muchos escolares de Crotone acudieron
con sus profesores y padres para ver con sus propios ojos esta tragedia que
envolvió y conmocionó a su ciudad. 'Es importante que lo sepan, que lo comprendan
y así reflexionen para el futuro', dice Antonella, una profesora".
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del
Vaticano
Vatican News