"Alabado seas, Señor mío, por la Hermana Agua, que es muy útil, humilde, preciosa y casta"
2023 es el año de adquirir compromisos con respecto al
uso del agua y su saneamiento", afirma la ONU.
En el Día Mundial del Agua, Francisco, al final de la Audiencia
General, rezó por el éxito de los trabajos de la Conferencia de las Naciones
Unidas en Nueva York: "Que acelere las iniciativas en favor de quienes
sufren la escasez de este recurso", dijo y exhortó a preservarlo "en
beneficio nuestro y de las generaciones futuras".
"Alabado seas, Señor mío,
por la Hermana Agua, que es muy útil, humilde, preciosa y casta".
El Papa Francisco citó este
pasaje del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís para reiterar
la importancia del agua, un "bien primario" cada vez más en peligro y
objeto de disputa. Lo hizo antes de finalizar la Audiencia General de este
miércoles 22 de marzo, en el Día Internacional del Agua.
La Conferencia de
Nueva York
En las "sencillas
palabras" del Poverello "sentimos la belleza de la
Creación y la conciencia de los desafíos que implica su cuidado", dijo el
Pontífice. Luego, dirigió su mirada hacia la II Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Agua, que comienza hoy en Nueva York y se extiende hasta el 24
de marzo.
"Rezo por el éxito de los
trabajos -sostuvo- y espero que este importante evento pueda acelerar las
iniciativas en favor de los que sufren la escasez de agua, de este bien
primario".
Según la ONU, este evento es
"una oportunidad única para buscar soluciones a la crisis actual del agua
y su saneamiento". La conferencia reúne a gobiernos y actores sociales
para asumir compromisos voluntarios que aceleren el progreso en el Objetivo de
Desarrollo Sostenible número 6 (agua y saneamiento) y otras metas vinculadas
con el agua acordadas internacionalmente.
Son precisamente estos
compromisos los que forman la llamada Agenda de Acción del Agua, un plan rápido
y transformador en el que también puede estar reflejada la acción de cada
persona.
Llamamiento
universal
Francisco lanzó, por tanto, un
llamamiento que interpela a todos: a quienes tienen papeles de responsabilidad
en el mundo, así como a los ciudadanos de a pie:
El agua no puede ser malgastada,
abusada o motivo de guerras, sino que debe ser preservada en nuestro beneficio
y en el de las generaciones futuras.
La alarma de la ONU
Esta mañana, la ONU ha dado la
voz de alarma en un informe -dado a conocer con motivo de la Conferencia de
Nueva York- sobre el riesgo de una crisis mundial del agua: la escasez de esta
"sangre vital" de la humanidad es cada vez mayor debido al desarrollo
excesivo y al consumo "vampírico", ha dicho el Secretario General de
la ONU, Antonio Guterres. El riesgo inminente es el de una crisis global,
subrayó: el mundo está "caminando ciegamente por una senda peligrosa en la
que el uso insostenible del agua, la contaminación y el calentamiento global
están drenando la sangre vital de la humanidad".
Según el informe de la ONU, unos
2.000 millones de personas carecen de acceso a agua potable segura, mientras
que 3.600 millones carecen de acceso a un saneamiento fiable. "La escasez
de agua se está convirtiendo en un problema endémico", reza el documento,
que señala que el uso del agua ha aumentado en todo el mundo alrededor de un 1%
cada año durante los últimos 40 años y se espera que mantenga tasas de
crecimiento similares hasta 2050.
Vatican News