Benedicto XVI habló en diversas ocasiones sobre la importancia de formarse en la fe para poder vivirla y transmitirla de forma efectiva a los demás.
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Benedicto XVI. Dominio público |
1.
“Cumbre de la formación de la persona”
Con motivo de la asamblea “Familia y comunidad
cristiana: formación de la persona y transmisión de la fe” celebrada en Roma
durante el primer año de su pontificado, Benedicto XVI explicó que la
familia y la Iglesia están llamadas a colaborar para cumplir la tarea
fundamental de “la formación de la persona y la transmisión de la fe”.
Al
respecto, explicó que la educación en la fe “es la cumbre de la formación de la
persona y su horizonte más adecuado”.
Además,
advirtió de la necesidad de “superar el relativismo en nuestro trabajo de
formación de las personas” y a “contrarrestar su predominio destructor en la
sociedad y en la cultura”.
2. Para evitar una fe superficial
En
su discurso a
la Conferencia Episcopal de Mozambique en mayo de 2007, Benedicto XVI habló de
la relevancia de la formación en la fe en “catequesis de jóvenes y adultos,
reuniones, liturgia, con la inculturación necesaria”.
“Sin
esta formación profunda, la fe y la práctica religiosa serían superficiales y
frágiles, las costumbres ancestrales no se podrían impregnar de espíritu
cristiano, los corazones serían agitados por cualquier tipo de doctrina, las
sectas atraerían a los fieles, alejándolos de la Iglesia, y el diálogo respetuoso
con las demás religiones se frenaría por las insidias y los riesgos”, aseguró.
3. Útil para no caer en las sectas
En
abril de 2006, Benedicto XVI dirigió
un discurso a los obispos de Costa de Marfil, en el que los
exhortó a hacer énfasis en la formación en la fe de los laicos.
“Profundizar
en la fe es una necesidad para poder resistir a la tentación de volver a las
prácticas antiguas o al atractivo de las sectas y, sobre todo, para dar razón
de la esperanza cristiana en un mundo complejo en el que es preciso afrontar
problemas nuevos y graves”, explicó.
En
el mismo discurso, el Pontífice alabó la labor de los catequistas, a quienes
invitó a tener una formación sólida “que los capacite para cumplir la misión
que se les ha confiado, viviendo su fe de una manera coherente”.
4. La familia es la primera
responsable en transmitir la fe
En
2007, el Papa explicó durante un discurso en
la inauguración de los trabajos de la asamblea diocesana de Roma que “en la
educación y en la formación en la fe, a la familia compete una misión propia y
fundamental y una responsabilidad primaria”.
El
Pontífice mencionó que, a través de sus padres, el niño se asoma a la primera
experiencia de amor, que es “un reflejo del amor que Dios siente por él”.
“Por
eso, entre la familia cristiana, pequeña ‘iglesia doméstica’, y la gran familia
de la Iglesia debe desarrollarse la colaboración más estrecha, ante todo en lo
que atañe a la educación de los hijos”, reflexionó.
5. Para vivir los
compromisos bautismales
Durante
su discurso a
los obispos de Senegal en febrero del 2006, Benedico XVI recordó que “para
vivir con fidelidad a los compromisos bautismales, cada uno debe tener una
sólida formación en la fe”.
Además,
explicó que estos compromisos implican “una ruptura con las costumbres y los
hábitos de su vida pasada, ya que el Evangelio es un don que se le hace, y que
viene de lo alto”.
Con tal fin, el
Papa pidió que los cristianos vuelvan a la lectura del Catecismo de la Iglesia
Católica, porque “ofrece a los fieles una exposición renovada y segura de las
verdades de fe de la Iglesia católica, permitiendo que cada uno realice con
toda claridad gestos acordes con el compromiso cristiano”.
Por Yhonatan Luque Reyes
Fuente: ACI
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