Este viernes 24 de febrero, el Papa Francisco aseguró que “todo lo que poseemos es un don de Dios y debemos dejarnos iluminar por Él en la gestión de los bienes que recibimos”.
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Miembros de “Pro Petri Sede” regalan un retrato al Papa Francisco. Crédito: Vatican Media |
Durante su
discurso a los miembros de esta asociación, que se encuentran de peregrinación
en Roma, el Santo Padre señaló que “todavía hoy sois testigos de la generosidad
y la caridad que animaban los corazones de vuestros predecesores, que no
temían gastar su vida por amor a la Iglesia”.
“Hoy, la llamada a entregaros por amor a nuestros hermanos y
hermanas no es menos urgente: tantos de ellos sufren la guerra, la violencia,
la exclusión, la pobreza material y espiritual”, indicó.
A continuación, el Papa Francisco se refirió a la Cuaresma como “un
tiempo propicio que nos llama a convertirnos de la esclavitud del egoísmo a la
libertad de amar y servir a Dios y a nuestros hermanos”.
“Todo lo que poseemos es un don de Dios y
debemos dejarnos iluminar por Él en la gestión de los bienes que recibimos”,
afirmó el Papa.
Para el Pontífice, “el Espíritu, fuente de generosidad, nos
impulsará siempre a dar a los necesitados, a combatir la pobreza con lo que Él
nos da”.
“Porque el Señor -explicó el Papa- nos da en abundancia para que a su vez
podamos darnos a nosotros mismos”.
Por último, el Santo Padre animó a los presentes a “hacer el
bien a todos, tomándonos el tiempo de amar a los más pequeños e indefensos, a
los abandonados y despreciados, a los discriminados y marginados”.
Por Almudena
Martínez-Bordiú
Fuente: ACI