Reseñamos «El Cielo no puede esperar», el documental del beato de 15 años
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Carlo Acutis murió con 15 años, pero después su vida y fe tocó a multitud de personas de todas las edades |
Este viernes se estrena en unas 50 ciudades de España la película El Cielo no puede esperar,
un documental espiritual
sobre la figura del beato Carlo Acutis, que murió a los 15 años por
enfermedad, en 2006.
A partir de los testimonios de personas impactadas por el joven
beato, la mayoría después de su muerte, se explora el misterio de la santidad que Dios puede expresar a
través de un adolescente normal del siglo XXI.
La película, de 78 minutos, cuenta con el guión y dirección del
periodista José María Zavala,
que ya nos presentó en libros y películas la figura de San Pío de
Pietrelcina (con El misterio del Padre Pío,
y los testimonios de Renacidos), además de
la de Santa Teresa de Calcuta (Amanece en Calcuta).
En este proyecto ha colaborado toda su familia. Sus hijos Borja e
Inés Zavala han explicado a ReL los
retos que vivieron como productores ejecutivos y la conexión que han sentido
con el joven beato.
"Estoy destinado a morir", dice el muchacho
"Estoy destinado a morir", dice el joven Carlo mirando a cámara, con serenidad,
al inicio de la película. Y, efectivamente, murió dos meses después. Su madre encontró ese vídeo en
el ordenador después. Pero la película apenas se demora en la enfermedad y
muerte de Acutis, prefiere centrarse en su forma de vivir y su efecto en los
demás.
Antonia Salzano nos habla de su hijo. Quizá ya intuyó que moriría
joven, piensa, porque en
cierta ocasión le dijo: "Yo siempre seré joven". No hacía
apenas planes de futuro, vivía el momento. En la enfermedad, ofreció sus
sufrimientos por el Papa y por la Iglesia. Pero él ya hablaba de ser santo y
trabajar por la santidad mucho antes de la enfermedad.
Decía que quería
ir al Cielo sin pasar por el Purgatorio, que vivir sin aprovechar para ser
santo era una forma de desaprovechar lo que Dios nos daba. Para ir al
Cielo, hablaba del Rosario como "mi escalera", y de la Eucaristía,
como "una autopista". Incluso antes de enfermar tenía cierta sensación
de urgencia, de que el mensaje de Dios es urgente.
Un modelo para
adolescentes... y más
Carlo Acutis se ha hecho muy popular entre los catequistas de niños y adolescentes,
necesitados de mostrar un joven de hoy como modelo. Este documental es
demasiado largo para una sesión de catequesis, pero se puede mostrar por
partes.
Lo que
conectará más con los adolescentes serán las escenas de metraje real, que
muestran que ya existen los santos grabados en vídeos, que no son sólo
personajes de tiempos antiguos. Les puede hacer gracia ver su pasión por la
informática, su intento de aprender a tocar el saxofón por sí solo, su trato
cercano con los pobres, a los que llevaba comida o su saco de dormir. Y en los
vídeos se le ve siempre sonriente.
Pero este
documental en concreto hará más servicio a adultos de todas las edades, especialmente
a través de los testimonios que nos muestra.
Conoceremos a un
hombre que fue anticlerical durante 30 años, alejado de la fe, pero que en
2013 se sintió intrigado por Carlo, buscó su tumba y pasó por el confesionario.
También nos hablará una joven argentina, de simpatía arrolladora, seducida por la
historia de Carlo, que lo ha difundido en redes y ha acudido a su
intercesión.
Amistad y una pureza especial
Isaac, un
seminarista español, es capaz de delimitar muy bien su figura. "No
puedes leer sus obras completas, no las tiene, murió con 15 años. Pero en su
vida hay algo de infinitud. Carlo
es como un amigo íntimo", detalla. "Carlo es santo por lo que
vivía con Jesús. Tenía defectos y nos los cuenta. Pero dentro de su normalidad tiene una
perfección, una pureza especial".
Los temas que surgen una y otra vez son los de amistad y sencillez,
transparencia. Es quizá algo que anhela esta generación de apariencias, pantallas,
de cientos de contactos en whatsapp o Instagram pero casi sin amigos reales con
los que hablar sinceramente.
Muchos han tenido la sensación de hablar con Carlo Acutis como con
un amigo cercano en el Cielo.
Emociona especialmente el testimonio de Walter Gómez, que fue víctima de abusos. Le consuela la
escena del Viacrucis en la que despojan a Jesús de sus vestiduras. "Jesús también fue abusado y
humillado, él nos entiende", explica. En un entorno de afectos
heridos y de adicción a la pornografía, él vio en Carlo Acutis un amigo santo, cercano, desinteresado.
Amistad pura, sin las dobleces del aparentar o el competir. Quizá esa es su
gran fuerza.
Hay además dos historias de enfermos que acudieron a su
intercesión celestial. Uno se curó por completo. El otro pasó 22 días en coma por covid. Le
quedan secuelas importantes, limitadoras, pero emociona al espectador
explicando que hoy vive
más feliz y más cerca de Dios, y que lo agradece al joven italiano.
"Su biografía es un máster de cristiandad", afirma.
Donde Francisco de Asís se
despojó de sus ropas
Vemos en el documental a los peregrinos de todo tipo que acuden al
templo donde San Francisco de Asís se despojó de sus ropas y se las dio a su
padre. De nuevo, esa alusión a la simplicidad ante Dios.
Allí descansa, visible, el cuerpo de Carlo Acutis y los peregrinos piden su intercesión,
frotan sus reliquias. La película remarca su conexión franciscana a través
de la ciudad de Asís y de su estilo alegre. La madre de Carlo fue bautizada de
bebé por el Padre Pío, y destaca también esa conexión.
También echamos un vistazo a la exposición itinerante que Carlo preparó sobre milagros
eucarísticos, que ha visitado, en diversas versiones, miles de parroquias.
Su promotora en España explica sus frutos: gente que se confiesa después de
muchos años, personas que pasan a creer en la Presencia real...
Remitir a lo que Dios hace
La película utiliza a
veces recreaciones de escenas icónicas en el pasado de Carlo, como
cuando se paraba a hablar con pobres, o cuando rezaba ante el Santísimo.
También hay un par de escenas
que recrean a Jesús, cuerpo completo, orando en el desierto, que nos
remiten al motor detrás de Carlo. Porque a través de los testimonios, lo que vemos
es que la historia detrás de Carlo no es Carlo, sino lo que Dios hace a través
de Carlo, incluso años después de su muerte.
Pablo J. Ginés
Fuente:
Religión en Libertad