Denuncian que el mismo día que unos jueces dicen que no existe el derecho a la vida de los no nacidos, se aprueba una ley que da derechos a los animales
![]() |
Dominio público |
"Una ley ideológica y contra la
ciencia"
Así
en una nota emitida por la Conferencia Episcopal Española, los
obispos han alzado la voz declarando que "esta decisión permitirá entender el
aborto como un derecho, declarando constitucional que haya
seres humanos que no tienen derechos, y avalando de este modo una ley
ideológica, anticientífica y que promueve la desigualdad".
Mons. José Mazuelos, obispo
de Canarias y Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y defensa
de la vida, asegura:
"Es una ley que le quita la dignidad y el respeto a la vida a algunos
seres humanos por su edad". En un vídeo, expresa su
indignación diciendo que "es triste ver como una Tribunal Constitucional
se ha apañado para avalar una ley injusta, ideológica y contra la
ciencia".
Los obispos
insisten en acompañar a las mujeres en sus dificultades y piden "a
las distintas administraciones que, en lugar de proclamar el derecho al
aborto, promuevan iniciativas que ayuden a la mujer a vivir su maternidad, evitando
ser abocada al aborto".
Una ley que promueve
la desigualdad
Así definen los
obispos esta ley avala por el TC:
3. Ley que promueve la
desigualdad,
ya que permite que los Síndrome de Down sean abortados hasta los cinco meses y
medio. De este modo, el Tribunal Constitucional, que
debería ser el garante último de los derechos fundamentales, permitirá atentar
contra la vida humana y contra la igualdad de todos. Ante
esta decisión, queremos recordar que la vida humana es un don de Dios, de
manera que nadie puede disponer de la vida de otro ser humano. “La vida humana
es sagrada e inviolable en cada momento de su existencia, también en el inicial
que precede al nacimiento. El hombre, desde el seno materno, pertenece a Dios
que lo escruta y conoce todo, que lo forma y lo plasma con sus manos, que lo ve
mientras es todavía un pequeño embrión informe y que en él entrevé el adulto de
mañana, cuyos días están contados y cuya vocación está ya escrita en el «libro
de la vida»” (San Juan Pablo II, Evangelium Vitae nº 61).
"Tienen derechos"
A
este comunicado se han unido algunos otros obispos denunciando en sus redes
sociales esta decisión del TC, como el obispo de Getafe Mons. Ginés García
Beltrán: "¿Constitucional?, pero inmoral. El aborto
es un mal. Seguiremos clamando por el derecho y el cuidado de la vida desde su
concepción a la muerte natural aunque sea en el desierto de una cultura que ha
optado por el fuerte frente al débil", denuncia.
Los
obispos españoles han habilitado una web titulada "Tienen derechos" aportando documentos de
defensa de la vida del no nacido.
"Día
negro"
Por
su parte, el movimiento 40 días por la Vida ha calificado esta decisión del TC
"de Día negro para la historia de España. Recemos para que las leyes
de nuestro país defiendan la Vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Pidámosle al Señor gobernantes católicos".
También,
la plataforma Universitarios Católicos, se
expresa de esta manera: "El mismo día que unos jueces avalan el derecho al
aborto diciendo que no existe el derecho a la vida de los no nacidos, los
políticos aprueban una ley que da derechos a los animales. El que humaniza a
los animales, acaba animalizando a los humanos".
El
presidente de la fundación +Vida, Álvaro Ortega, en
declaraciones a Europa Press ha declarado: "Nos produce bastante
miedo, estamos preocupados por esta deriva que está tomando el Tribunal
Constitucional. No puede ser que el nasciturus no tenga protección jurídica. Es
algo muy peligroso".
"El aborto se convierte en un dogma
y no puede ser cuestionado"
A
la vez que sucedía esta noticia en España, la Fundación
Universitaria San Pablo CEU, junto
con One
of Us y más de 50 organizaciones civiles, han organizado
en Bruselas una conferencia internacional sobre la propuesta de incluir el
aborto dentro de la carta de Derechos Fundamentales de la UE.
“El
tema del aborto se convierta en un dogma, en algo que no puede ser cuestionado
sin que se declare excomulgado a todo aquel que ose discutirlo, o proscrito a
quien ostente meramente una opinión distinta y divergente”. Así, ha añadido
que “se trata, con toda claridad, de un caso de imposición de unas ideas
de las que se quiere suprimir toda disensión. Se trata, de una pretensión
totalitaria sobre aquella parte de la población europea, incluso respecto de
países enteros, que no están de acuerdo sobre una cuestión tan grave”, ha
manifestado el presidente de la Fundación San Pablo CEU, Alfonso
Bullón de Mendoza.
Fuente: ReligiónConfidencial