Más vale malo conocido…
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy
Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Esta semana me toca
encender las velas de la corona de Adviento. Ya te he comentado alguna vez el
miedito que me da el fuego… y, para colmo, todos los años me pasa algo. El
detalle es precioso, yo no digo que no, pero cualquier día salgo en llamas, voy
avisando…
Esta vez el asunto
pintaba diferente. Una amiga nos ha regalado un maravilloso encendedor
eléctrico. Basta con apretar un botoncito, y, como es larguísimo, la llama
queda a una distancia de lo más prudencial.
El domingo me lancé
tan contenta a estrenarme con las velas. Llegué ante la corona de Adviento y… y
nada. Que aquello no se encendía. Ni botoncito ni gaitas gallegas. Yo venga a
darle, el himno de entrada terminando, mirada de socorro a las sacristanas… y
al final tuvieron que pasarme un mechero.
¡¡Resulta que el
encendedor se había quedado sin batería!!
En fin… ahora, bien
cargado, ¡funciona que es una gozada!
Si alguien lo hubiese
visto solo en ese primer momento, habría pensado que era un aparato inútil. Y,
sin embargo, estaba en perfecto estado, ¡solo le faltaba conectarse a la luz!
A veces podemos juzgar
a una persona diciéndonos que “no da para más”, ¡podemos pensarlo incluso de
nosotros mismos! Pero Cristo sabe muy bien lo maravilloso que eres, ¡todo lo
que puedes iluminar a tu alrededor! Nunca te dejará: sabe que el encendedor
está bien… solo necesita cargar la batería.
Nuestra batería no se
llena con electricidad, sino con Amor. Saberte amado hace que saques lo mejor
de ti mismo, ¡y te descubres haciendo cosas que ni soñabas! Y todo porque ya no
caminas en solitario, sino en Equipo.
Si hoy te sientes
perdido, apagado… recuerda Quién es la fuente del Amor. Nuestro Buen Pastor nos
conoce por nuestro nombre. Y un pastor puede tener muchas ovejas, pero solo
puede llevar una sobre los hombros. ¿Sabes cuál lleva Él? La oveja perdida:
“cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento” (Lc 15, 5).
Lo que cargará tu
batería, lo que te hará brillar, querido encendedor, es precisamente esta
verdad: la certeza de que Cristo te ama.
Hoy el reto del amor
es encender una luz. Tranqui, no necesitaremos mechero… Basta con que le pidas
a Cristo su mirada de misericordia con los que te rodean. En este día, ¡ten
esperanza por encima de las apariencias! Ese otro encendedor “apagado” tal vez
solo necesita una palabra de cariño… ¡¡para poner a punto su batería y
sorprender con su luz!! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
13 diciembre 2022
Fuente: Dominicas de Lerma