Todo cambia
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días,
hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Han puesto a la
Virgen unas flores muy bonitas, han sabido combinar muchos colores y
variedades, de forma que tengan total armonía.
Esto me
impresionaba porque no es fácil que un color o por su tamaño no sobresalga y
desentone… Tengo el ramo en frente y me quedo mirándolo muy a menudo. Me gusta
ver tanta diversidad haciendo una unidad.
En cierto sentido,
es un reflejo de lo que el Señor ha querido para nosotros: ¡qué diferentes
somos unos de otros y esto hace un ramo maravilloso!
Sin embargo, a
veces nos cuesta gestionar la diversidad de las flores por su forma de actuar,
de ser… llevándonos a protegernos, a interpretar sus gestos o palabras.
Jesús nos muestra
con su vida que la clave para hacer de la convivencia algo hermoso, un ramo
diverso, pero uniforme en Él, es dejar que la Compasión entre en nuestro
corazón.
Cada vez que se
acerca a Él alguien en el Evangelio no define a la persona el error cometido o
la decisión tomada. Jesús mira más allá y abraza su pasado, cura sus heridas;
ve a la persona como es y la restaura.
Ese modo de actuar
de Jesús es el modo de aliviar nuestro corazón cuando sentimos que nos salen
espinas para protegernos o que tendemos a apartar a una flor por verla
diferente o porque su actitud es difícil.
El alivio está en
la comprensión, en dejar a un lado nuestro juicio y dejar que entre la
comprensión y la Misericordia: qué ha vivido, por qué ha pasado esa persona… te
cambia la mirada y la forma de actuar respecto a ella. Es más, alivia tu
corazón y hace que el ramo de flores recupere su armonía y encanto.
Hoy el reto del
amor es que, si oyes o si estás en una conversación en la que se hable de otra
persona, pidas al Señor ver con Su mirada, amar con Su corazón, y di algo que
gire la conversación desde la Misericordia.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
05 octubre 2022
Fuente: Dominicas de Lerma