Entre las medidas incluye la obligación para las farmacias de suministrar la píldora anticonceptiva de emergencia -también conocida como píldora del día después
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Dominio público |
En
su artículo 7, el texto señala «que se considerarán adecuadas las existencias
de métodos anticonceptivos de urgencia para la prestación del servicio en
función de la demanda de cada farmacia», por lo que el farmacéutico no podrá
argumentar que no la tiene. Vulneración de la libertad de conciencia
Este articulado
viola la libertad de conciencia profesional, recogida en el artículo
16 de la Constitución. La ministra de Igualdad justificó esta medida en la
rueda de prensa posterior al Consejo de ministros argumentando que se debe
«acabar con los obstáculos que impiden el ejercicio efectivo del derecho a la interrupción
voluntaria del embarazo con la red pública como red de referencia». Con este
objetivo, «las mujeres que lo necesiten podrán acceder a la píldora del día
después de forma gratuita en los centros de salud y ésta deberá, por supuesto,
estar disponible de forma obligatoria en todas las farmacias».
Según
fuentes del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), «la
redacción actual de la futura ley de interrupción voluntaria del embarazo no
contempla expresamente la objeción de conciencia para la dispensación de la
píldora del día después, aunque está amparada por el Tribunal Constitucional.
Creemos que debe evitarse la judicialización y, en el trámite parlamentario,
consideramos que el texto de la futura ley debe incluirla para una mayor
seguridad jurídica de los farmacéuticos, mayores garantías para los ciudadanos
para asegurar siempre su acceso».
Medida
electoralista
Según
cuenta Marta de Andrés
en La Razón, distinta opinión tienen los propietarios de oficinas de
farmacia. «La Ley está fatal hecha porque es una medida electoralista, en un
momento de desesperación política de Unidas Podemos», señala Luis de Palacio,
presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE). «Sospecho
que la vamos a tener que impugnar, porque va en contra de legislaciones que ya
están bien establecidas, como la Ley del Medicamento y la regulación sobre la
dispensación de la píldora del día después sin receta médica, que existe desde
hace 12 años, desde la época de Zapatero».
La
regulación a la que se refiere De Palacio es la que establecía que la píldora
anticonceptiva de emergencia se dispensara en farmacias, sin receta médica, pese
a ser un fármaco con una concentración de principios activos mucho mayor que
las píldoras anticonceptivas estándar, que requieren
prescripción facultativa.
«Sin
meterme en el tema de la objeción de conciencia, a lo que nos obligará la ley
es un disparate desde el punto de vista de la salud y la seguridad de la
paciente. En las farmacias, llevamos más de 10 años haciendo
consejo farmacéutico al dispensar este medicamento, dado que no es inocuo. Tienes
que asegurarte de que la persona que te lo está pidiendo no es alérgica a
ninguno de los componentes ni está tomando otros fármacos- como una simple
aspirina- que puede tener contraindicaciones. Vamos, que, si se la das así
porque si, a cualquiera, por defecto, esa persona puede sufrir un trombo, por
ejemplo», destaca.
Fuente:
Agencias/InfoCatólica