El secreto para continuar
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día
quise hacer una anotación rápida, así que eché la mano al bolsillo y descubrí
que… ¡¡había perdido mi portaminas!!
Se trata de un
portaminas muy especial: es extraordinariamente pequeño, por lo que cabe en
cualquier lugar, y, además, me lo regalaron al poquito de entrar en el
monasterio, por lo que me ha acompañado todos estos años.
Confieso que
sentí mucho haberlo perdido, pero… ¡qué le vamos a hacer! Cogí el de mi
escritorio, ¡y listo!
Bueno, lo de
“listo” fue más o menos, porque resulta que, al ser de tamaño normal, no me
entraba en el bolsillo, se me caía… ¡un cuadro!
En medio de
todo esto, de repente me vino a la cabeza que mi mini-portaminas… ¡¡no había
podido salir de clausura!! (Este pensamiento es muy consolador para alguien tan
despistado como yo… Es un alivio saber que está “en casa”: ¡solo es cuestión de
buscar!).
Así pues,
comencé a rebuscar por todos los lugares en que había estado… nada… por
cualquier mesa… nada… en los bolsillos de la bata de trabajo… del hábito…
Bueno, pues, en el último bolsillo, ¡estaba el portaminas!
Ciertamente,
hubo momentos en que el asunto invitaba a abandonar (¡el convento es enorme!)
pero lo que me hizo no desistir fue… ¡la certeza de que tenía que estar en
algún lado!
¡¡Y lo mismo
nos ocurre con el Señor!! Él nos ha prometido: “Yo estoy con vosotros todos los
días”. ¿Puede haber mejor garantía, mayor certeza, que su promesa?
Si Él dice que
está, ¡no lo dudes, está!
El punto es
que, muchas veces, no somos capaces de descubrir su Presencia a la primera,
¡pero eso solo debe ser motivo para seguir buscándole!
“Señor, ¿qué
quieres decirme con esta situación, con esta persona?”, “Señor, ¿dónde estás en
esto?”. Abre los ojos, pues Jesucristo nunca falla y, aunque sea a menos cinco,
¡aparece!
Podemos colgar
nuestra vida de la esperanza. Tal vez ahora no veamos nada, pero sabemos que el
Señor tiene un sueño bello para nuestras vidas, ¡y apostamos por darle tiempo
para realizarlo! Y cada día se convierte así en un nuevo comienzo…
Hoy el reto del
amor es buscar una huella del Señor. A lo largo de la jornada, descubre al
menos uno de los muchos detalles que Cristo ha preparado para decirte hoy que
te ama. Su promesa es nuestra fortaleza: ¡¡no caminamos solos, pues Él va a
nuestro lado!! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
07 septiembre
2022
Fuente:
Dominicas de Lerma