El poder del trueno
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Me he dado cuenta
de que los truenos, por la noche, no siempre suenan igual: generalmente
despiertan, son molestos, no dejan dormir… pero hace dos noches fue diferente.
De repente, un fortísimo trueno me despertó. Hacía tiempo que no oía uno igual
y, ante él, me impresionó la reacción que me surgió por dentro:
-¡Un trueno!
¡Gracias Señor!
Me surgió desde
dentro porque llevamos mucho tiempo sin lluvia, esperándola, y, oírlo en ese
momento, me llenó de gozo y alegría.
Ya por la
mañana, en la oración, seguía dando gracias al Señor, a la vez que Él me
mostraba con cuántas cosas pasa como con el trueno. Cuando las tenemos, y más
si es algo cotidiano, nos acostumbramos e incluso encontramos ciertas asperezas
que nos molestan y no “nos dejan dormir”: el trueno del carácter de las
personas con las que convives, el del despertador por las mañanas, el de que
“hoy toca pescado para comer”…
Suenan muchos
truenos que nos pueden quitar el sueño o llenarnos de gozo, y, para
experimentar lo segundo, es necesario recuperar la capacidad de asombro: mirar
todo lo que el Señor te ha dado con ojos de niño para que veas bendiciones en
lo que te rodea. Vivir en acción de gracias te hace ver la vida desde el “sí” y
te hace más feliz, consciente de que todo es recibido. De esta manera, todo cambia
a un: gracias, Señor, porque me has puesto personas que me quieren como soy;
gracias porque me puedo levantar, por este nuevo día que me regalas; gracias
porque tengo comida…
¡El Sagrario!
¡Jesús Eucaristía! Es Él, el mismo Jesús que se ha quedado con nosotros, vivo y
real… Qué maravilla que todo un Dios no se desentiende de mí… ¡Gracias, Señor!
Revive, Señor, en mí cada día el asombro de lo que supone este Regalo en mi
vida.
Hoy el reto del
amor es que, cuando oigas un trueno en algo cotidiano, lo vivas en acción de
gracias al Señor por la lluvia que recibes con él y puedas vivir desde el sí.
Que el Señor nos dé la gracia de ver cada día todo lo que nos regala con ojos
nuevos, de no acostumbrarnos a Sus dones.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
06 agosto 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma