Tres sacerdotes católicos de Nigeria fueron secuestrados entre el sábado 2 y este lunes 4 de julio.
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Dominio público |
“Se
cree que el triste evento ocurrió en la madrugada del 4 de julio de 2022,
cuando no pudo asistir a la Misa de la mañana. Fue secuestrado de la rectoría de
la parroquia en la iglesia católica St. Charles, Zambina, en el área de Kauru,
Estado de Kaduna”, informó la diócesis en un comunicado.
“Mientras
solicitamos una oración intensa por su liberación rápida y segura, igualmente
deseamos hacer un llamado a todos y cada uno para que se abstengan de tomar las
leyes en sus manos. Utilizaremos todos los medios legítimos para garantizar su
liberación rápida y segura”, añade la iglesia local.
Además del P. Silas, el sábado 2 de julio fueron secuestrados otros dos sacerdotes esta
vez en la Diócesis de Uromi, en el Estado de Edo, a manos de hombres armados
que los atacaron cuando se trasladaban en un automóvil a lo largo de la vía
expresa Benin-Ekpoma.
“Apenas
seis días después de que el P. Christopher Odia fuera secuestrado y asesinado,
recibimos la triste noticia de que el P. Peter Udo y el P. Philemon Oboh fueron
secuestrados en su camino de Benin a Uromi”, informó la Diócesis de Yola
(Nigeria) en una publicación de Facebook.
La
policía del estado de Edo en Nigeria, en un informe del 3 de julio, también
confirmó que ambos presbíteros fueron secuestrados.
“Los
dos sacerdotes católicos habían asistido a un evento en la ciudad de Benin el
sábado 2 de julio de 2022 y regresaban a su hogar cuando su vehículo fue
embestido por unos pistoleros desconocidos que interceptaron violentamente su
automóvil”, indica el informe.
La
policía también indicó que “los presuntos pistoleros realizaron varios disparos
al aire que obligaron a detener el automóvil en el que viajaban”.
“Basándose
en el informe, el Comisionado de Policía del estado, Abutu Yaro, ha enviado un
equipo de policías para rescatar a los dos sacerdotes católicos ilesos y
arrestar a los secuestradores”, señaló el portavoz del comando de policía del
estado de Edo, Chidi Nwanbuzor.
Nigeria se enfrenta con una ola de violencia por parte de bandas armadas que
con frecuencia llevan a cabo asesinatos y secuestros para pedir rescate,
principalmente en comunidades rurales desprotegidas.
Desde
2009, cuando surgió la insurgencia de Boko Haram con el objetivo de convertir
el país en un estado islámico, Nigeria vive una situación de inseguridad.
Boko
Haram, uno de los grupos terroristas islámicos más grandes de África, ha estado
orquestando ataques indiscriminados contra varios objetivos, incluidos grupos
religiosos y políticos, así como civiles.
La
situación de inseguridad se ha complicado aún más por la participación de los
pastores Fulani, predominantemente musulmanes, también conocidos como la
Milicia Fulani, que se han enfrentado con frecuencia con agricultores
cristianos.
POR DIEGO LÓPEZ MARINA
Fuente: ACI