El nuevo arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Granada ha mostrado su "gratitud en la llegada a la Iglesia particular de Granada que es rica en historia y vitalidad cristina"
![]() |
| Mons. José maría Gil Tamayo |
Sus primeras palabras
han sido de agradecimiento hacia el Papa Francisco por “la confianza depositada al confiarme este
nuevo encargo ministerial y le reitero mi comunión y
afecto fraterno como sucesor que es del apóstol San Pedro y cabeza del colegio
episcopal”.
"Deseo
serviros con todas mis fuerzas"
Gil Tamayo
se ha dirigido también a los granadinos, a los que ha mostrado su deseo de “serviros con todas mis fuerzas sabiendo que me incorporo al
peregrinar de la Iglesia particular de Granada que es rica en historia y
vitalidad cristiana, en santidad y apostolado, con un presente lleno de
realidades e iniciativas pastorales, así como un futuro esperanzador”.
Ha querido
hacer hincapié en los sacerdotes, a los que ha agradecido su “servicio y
entrega generosa a nuestra gente. Lo mismo que con la de los hombres y mujeres
que forman parte de la vida consagrada, tan presentes en nuestra diócesis.
Ruego a las queridas comunidades contemplativas que pidan continuamente al
Señor por este obispo que os llega desde la diócesis para mi tan querida de
Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz y también de la reina Isabel la
Católica”.
Ha querido
acordarse de los distintos movimientos que forman la realidad de la Iglesia en
Granada, comenzando por las vocaciones sacerdotales y la vida consagrada y
misionera. “Me alegro de la realidad esperanzadora de nuestros seminarios y
saludo con cariño a nuestros seminaristas y sus formadores y
así como a cuantos se dedican al importante trabajo de la educación y la
cultura cristiana. A los profesores de Religión, y a los catequistas y
voluntarios de Cáritas y Manos Unidas y de más realidades sociocaritativas, que
muestran el rostro samaritano de la Iglesia para con los más pobres”.
Mensaje a
los laicos de Granada
No se ha
querido olvidar en su saludo de los laicos, presentes en las parroquias,
hermandades y cofradías, así como en los movimientos y asociaciones
apostólicas. Ha transmitido un mensaje especial para las personas que trabajan
en la Pastoral Familiar, a los que ha mandado su “apoyo y cariño en la
apasionante tarea de ser iglesias domésticas que anuncien el Evangelio de la
familia y de la vida. Gracias por vuestro testimonio y por vuestra
generosidad y fidelidad”.
Por último
ha ofrecido su colaboración a todas las autoridades de la provincia de Granada
para “seguir trabajando por el bien de nuestro pueblo”. Ha
cerrado su bienvenida a Granada rogando a San Cecilio “que nos obtenga de Jesús
la pasión evangelizadora con la que él nos transmitió en los comienzos el
Evangelio de Cristo”. También ha tenido palabras para la patrona de Granada,
Nuestra Señora de las Angustias, con gran arraigo y devoción en esta tierra. “Que nuestra patrona, bajo cuyo amparo materno pongo mi ministerio
episcopal entre vosotros, nos auxilie y cuide, y nuestros santos y beatos
granadinos que intercedan por nosotros”.
Gil Tamayo a
Ávila: “No olvidaré vuestro cuidado y ayuda”
Gil Tamayo
también ha tenido palabras para los fieles de la diócesis de Ávila. Ha
expresado que “siento un profundo agradecimiento a toda la diócesis. No olvidaré nunca vuestro cuidado y ayuda y ejemplo solidario como
Iglesia y sociedad abulense entera en estos años”.
En su
despedida ha querido recordar el momento en el que fue ordenado obispo e inició
su ministerio episcopal. “Me sentí acogido con un
verdadero cariño fraterno. Me habéis enseñado tantas cosas de
vuestra forma de vivencia cristiana recia y fiel, de espiritualidad profunda y
un gran sentido festivo y solidario”.
Ha tenido
palabras de agradecimiento para los miembros de la comunidad cristiana
abulense. “El Consejo Episcopal y los sacerdotes del presbiterio de Ávila me
han ayudado y enseñado a ser obispo, haciéndome sentir una verdadera
fraternidad en lo humano y en lo cristiano. No olvidaré su ejemplo de
entrega generosa en el servicio pastoral”.
Su
agradecimiento se ha hecho extensible también a los miembros de la vida
consagrada, haciendo especial énfasis en las monjas de los monasterios
contemplativos, “en cuya oración y sacrificio he sentido la
fortaleza para mi ministerio pastoral. Dios os lo pague y no dejéis
de rezar por este obispo que os quiere” ha afirmado el prelado.
"Me he sentido entre vosotros como verdadero
pastor acogido por su pueblo"
Por último
sus palabras se han dirigido hacia los fieles laicos de las parroquias
abulenses. “Me he sentido entre vosotros como verdadero pastor acogido por su
pueblo. Seguid creciendo en vuestro sentido de permanencia y compromiso
cristiano que tanto necesita la Iglesia para su misión. No os
olvidéis de seguir rezando por mí en la nueva tarea que se me encomienda, yo lo
haré siempre por vosotros acudiendo a la intercesión de la Santísima Virgen
María, en sus distintas advocaciones abulenses”.
Por MIGUEL DELGADO
Fuente:
ECCLESIA
