El Papa Francisco aseguró que “las mafias ganan cuando el miedo se apodera de la vida, por eso se apoderan de las mentes y los corazones, despojando a las personas de su dignidad y libertad desde dentro”.
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Papa Francisco. Dominio público |
Este encuentro se realizó con motivo del 30
aniversario de la creación de la Dirección de Investigación Antimafia, a
quien el Papa Francisco agradeció su labor al servicio de la sociedad.
“La convivencia fraterna y la amistad social son
posibles donde hay ‘casas’ que ponen en práctica el ‘pacto entre generaciones’
preservando sinodalmente las ‘sanas raíces’ de quienes han creído y creen en la
belleza de estar juntos que se desarrolla en el diálogo, la bondad y el apoyo a
la justicia para todos”, aseguró.
A continuación, destacó que la participación de los
presentes “contra los intereses creados, la corrupción, la codicia y la
violencia, que son el ADN de las organizaciones mafiosas y criminales”.
“Las mafias ganan cuando el miedo se apodera de la
vida, por eso se apoderan de las mentes y los corazones, despojando a las
personas de su dignidad y libertad desde dentro”, aseguró el Santo Padre.
En esta línea, el Pontífice explicó que la Dirección
de Investigación Antimafia trabaja “para que el miedo no pueda ganar”.
“Os animo a seguir por ese camino: sed fuertes y
llevad la esperanza, especialmente entre los más débiles”, dijo a continuación.
“Todos ellos son los esclavos modernos sobre los
que se construyen las economías mafiosas; son las sobras que necesitan
para contaminar la vida social y el propio medio ambiente”, aseguró el
Papa.
El Pontífice les animó a ponerse “al lado de
todas estas personas, víctimas del acoso, tratando de prevenir y oponerse a la
delincuencia”.
También destacó la importancia de “resistir al
colonialismo cultural mafioso, a través de la investigación, el estudio y las
actividades educativas, destinadas a demostrar que el progreso civil,
social y medioambiental no surge de la corrupción y los privilegios, sino de la
justicia, la libertad, la honestidad y la solidaridad”.
“Les animo a seguir con entusiasmo, a pesar de la
presencia en el tejido social -e incluso eclesial- de algunas zonas grises en
las que es difícil percibir la clara distancia con las viejas formas de actuar,
erróneas e incluso inmorales”.
Además, subrayó que “es necesario que todos,
a todos los niveles, tomen con decisión el camino de la justicia y la
honestidad”
Y defendió que “donde ha habido connivencia y
opacidad, hay que investigar las causas, dejando espacio para una sana
‘vergüenza’ sin la cual no es posible el cambio y la cooperación mutua por el
bien común”.