Michelle Duppong falleció prematuramente por un cáncer, con 31 años: fue precisamente en la universidad cuando comenzaron a aflorar las virtudes evangelizadoras que hoy podrían implicar su santidad.
Este
16 de junio, el obispo David
Kagan, de la diócesis de Bismarck (Estados Unidos), anunció la apertura de la
investigación que podría llevar a los altares a Michelle Duppong, una joven misionera de Dakota del
Norte cuya fama de santidad es reconocida por religiosos, familiares y
conocidos. 
Michelle Duppong
Nacida en 1985, destacó por su labor apostólica durante años en la Universidad, hasta que
falleció prematuramente a causa de un cáncer con 31 años, en la Navidad de
2015.
Como
reconocen amigos y conocidos, la joven siempre fue consciente de la urgencia de
transmitir el Evangelio, pero no necesariamente a miles de kilómetros de su
hogar. De hecho, su sonrisa, caridad y atención a los estudiantes
universitarios fueron la muestra de ello. Tanto, que para el obispo de su
diócesis, su "santidad de vida y amor por Dios" no solo fueron
evidentes en vida, sino que "deben compartirse con la Iglesia
Universal".
Fue
en la Universidad cuando florecieron sus virtudes de vida. Como recuerda su
amigo Mark Botek a Catholic News Agency, “aquel fue un momento muy
importante en su vida", en el que "encontró una buena comunidad en un
lugar donde podía crecer en santidad. Realmente, estaba comenzando su vida de
santidad”.
Aquel
lugar fue FOCUS (las
siglas de Fellowship of Catholic University Students), un apostolado de evangelización y misiones
universitarias dirigido entonces por el mismo Botek.
“Creo
que tenía pasión por las
almas y una urgencia por ayudarlas a encontrar la felicidad que ella
experimentó a través de su propia relación con Jesús”, dijo Botek.
"No sorprende" la apertura de
su proceso
Su
alegría, explica, "era contagiosa", y la gente recuerda especialmente
el trato con la joven, haciendo sentir a sus interlocutores que durante cada
conversación eran lo único importante: "Tenía esa cualidad de hacer sentir
que el resto del mundo se desvanecía y solo importaba la conversación [con su
interlocutor]".
“Cada
vez que la gente la veía, ella tenía una gran sonrisa. Siempre estaba sonriendo y no era
una sonrisa forzada. Vivía con esta alegría que siempre buscaba atraer
a otras personas, y realmente se esforzaba para tratar de encontrarlos y
asegurarse de que estaban bien”, explica.
Desde
2006, Duppong fue miembro activa del apostolado, al que se dedicó en cuerpo y
alma hasta 2014, llevando la fe a cientos de estudiantes. Aquel año le
diagnosticaron un agresivo
cáncer de colon que, tras graves complicaciones, le causó la muerte.
El
director del apostolado relató que no le sorprendió saber que comenzaba su
proceso de beatificación. "Conociéndola, siempre supuse que sería el curso natural de las cosas",
relata.
Dios y el prójimo, lo único importante
al hablar
Una
de las cosas que más le llamaba la atención cuando hablaba con ella era la
apariencia de que la joven "rezaba en todo momento": “Recuerdo estar hablando con ella y pensar que en
realidad estaba hablando con el Señor mientras manteníamos esa
conversación. Ella siempre parecía tener esta presencia interior,
mostrando su conexión con Jesús y la forma en que rezaba. Fue
increíblemente fiel a su oración y en todas las circunstancias".
Recuerdan
también la resignación a la enfermedad que le llevó a estar postrada durante un
año en el hospital, que plasmó en el Dakota Catholic
Action: "No sabemos cómo se desarrollará el plan de Dios en
nuestras vidas y cómo nos está usando para alcanzar a otros. Sabemos que
estamos todos juntos en esto y que todos estamos en el mismo equipo en el
cuerpo de Cristo, así que veo el sufrimiento actual para que Dios sea glorificado por todo
lo bueno que viene a través de esto!".
Pero
Botek no fue el único testigo de las virtudes de esta joven. También las han
difundido en The Pillar el matrimonio
de Brandon y Brittany Diegel, conocidos de Duppong desde 2008.
"Era muy alegre, apasionada del Señor
de los Anillos y con un precioso deseo de almas. Nunca pareció
desanimarse por el estado del mundo. Era una persona muy profunda, pero tampoco
le importaba hacer bromas. Estaba agusto con su identidad de hija de Dios, siendo ella misma
en cualquier situación", explican.
Un campus universitario lleno "de
santos"
Brittany
recuerda una de las ocasiones en que se evidenció el ardor apostólico de la
joven, cuando organizó una fiesta de Todos los Santos, con multitud de personas
disfrazadas de su santo favorito en pleno campus universitario, hablando con la
gente sin ningún miedo.
Preguntada
por su opinión sobre la apertura del proceso, la amiga de Duppong no duda en
responder que el motivo principal es su "hermoso deseo de almas, su pureza y alegría".
"Toda su trayectoria estuvo
dirigida a conquistar almas, y después de eso, con el cáncer, estuvo llena
de esperanza pero totalmente resignada a la voluntad de Dios. Siempre había
tenido esta bonita forma de encontrar
sufrimientos que ofrecer, y estoy segura de que vio [en el cáncer] una
nueva forma de hacerlo", explica.
"Creo
que cuando piensas en santos, los imaginas como estos seres humanos perfectos e
impecables. Y cuando pienso en Michelle, era solo una mujer increíblemente
alegre y pura, pero una amiga, alegre y muy accesible. Definitivamente la
vi como un modelo, pero no
intocable o en un pedestal", añade Brandon.
Antes
de concluir, el matrimonio resalta que la alegría con la que llevó la
enfermedad fue una edificante lección de fe, especialmente la sonrisa con la
que recibió su diagnóstico.
Para
Brandon, la fe y confianza de Duppong en el Señor fue una clara ayuda para su
fe. "Ella siempre fue muy
rápida para dirigir nuestra atención a Jesús y confiar en Él. Y creo
que la profundidad de su vida espiritual y su confianza y creencia en que Dios
saldría adelante en cualquier situación fue realmente inspiradora y algo que
buscaría imitar en mi propia vida y relación con Dios", concluye.
J. M.C.
Fuente: ReL