La cinta adhesiva
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer tuve que utilizar cinta adhesiva de doble cara. En principio,
parecía sencillo: primero pegas un lado y después retiras el papel de la otra
cara y esta se adhiere. El proceso no parecía difícil en mi cabeza, pero a la
hora de hacerlo comprobé que no era así: se me pegaba la cinta a los dedos, me
quedaba torcido… Me di cuenta de que, poner bien las dos caras, era mañoso.
Mientras lo hacía, le decía al Señor: “esto es lo que pasa en mi vida,
muchas cosas necesito que sean a dos caras y estén unidas, pero el saber unirlas
es lo complicado”. Por ejemplo: el orar y el trabajar, la fe y las costumbres,
el amor y la verdad, la sinceridad y la honradez.
Poco a poco, me daba cuenta de cómo están unidas unas a otras. Lo que
une todo en tu vida es Cristo. A veces me preguntan si la oración sirve de
algo, si estar ratos delante del Santísimo vale en tu vida. quizás hay algunos
frutos que no se ven mientras estas con Él, pero luego los demás, que te ven y
te tratan, sí los ven. Porque estar con Él en la oración, y solo con Él, hace
que todo en tu vida se una. Lo que a veces crees que no tiene solución, en Él,
sí lo tiene. Nunca de la oración sales como entras. Él está vivo y te espera
para darte Su amor, que será lo que transforme tu vida.
En la oración con Él encontrarás lo que necesitas para unir lo que está
sucediendo en tu vida. Tal vez necesitas paz, luz, consuelo, fortaleza… no
dudes de que Él te lo regalará.
Hoy el reto del amor es buscar un rato para hacer oración, dedicarle a
Él un tiempo, que a la vez será un tiempo para ti, que seguramente necesitas
para reconstruirte o sanarte.
¡Feliz día!
01 marzo 2022
Fuente: Dominicas de Lerma