Unos 500 presbíteros diocesanos han ido a evangelizar hasta ahora con el Instituto Español de Misiones Extranjeras
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Revista Ecclesia |
«Los misioneros del IEME agradecemos a Dios Padre/Madre todo lo bueno ocurrido en estos 100 años. (…) Vemos nuestro pasado con gratitud, vivimos nuestro presente con humildad y atisbamos el futuro con alegría y esperanza». Así resume el Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) su ya centenaria historia, contada ahora en una exposición inaugurada este 24 de marzo en Madrid.
La
muestra se halla en la sede de la Calle Ferrer del Río, nº 17, y puede verse
hasta el 30 de abril en horario de 10 a 12 (de lunes a viernes) y de 15 a 17 y
19 a 21 (los martes y jueves). Está previsto que en julio sea llevada a la
Semana de Misionología de Burgos (del 4 al 7) y también a aquellas diócesis
españolas que lo soliciten.
El IEME cumplió cien años en
2020, pero entonces hubo que suspender gran parte de las actividades
conmemorativas, pues en marzo toda España estaba ya confinada a causa de la
covid-19. Ahora, además de la exposición, el Instituto trabaja en un festival
musical (en junio, en Madrid, aunque se puede llevar también a otras ciudades)
y en una visita a Burgos (en septiembre) a los lugares vinculados al organismo.
El Instituto Español de Misiones Extranjeras vio la luz en esta ciudad castellana el 3 de diciembre de 1920, día de la inauguración del Seminario Nacional de Misiones Extranjeras. El sacerdote Gerardo Villota había puesto en marcha en 1902 el llamado «Colegio de Ultramar y Misiones Extranjeras», y unos años después, en 1919, el Papa Benedicto XV, recogiendo su trabajo, pidió al arzobispo burgalés Juan Benlloch que preparara «misioneros del clero secular español» para que fueran, «no individualmente, sino unidos», a predicar al Evangelio entre los pueblos., lo que se tradujo en la creación de dicho Seminario.
Presencia en catorce países
En los 102 años transcurridos
hasta ahora se han vinculado con el organismo unos 500 presbíteros de todas las
diócesis españolas. La mayoría de ellos han marchado a llevar la Buena Nueva de
Jesús a lugares y pueblos donde la Iglesia no está suficientemente implantada.
Hoy
el IEME cuenta con un centenar de miembros procedentes de 36 diócesis
españolas. Y está presente en catorce países: siete de América Latina (República
Dominicana, Costa Rica, Cuba, Nicaragua, Perú, Brasil y Guatemala), cinco de
África (Mozambique, Benín, República Centroafricana, Zambia y Zimbabue) y dos
de Asia (Tailandia y Japón). Las naciones con mayor número de miembros son
Zimbabue (con seis) y Perú (cinco).
Reforzar la animación misionera
«¿Qué
se les puede decir a aquellos sacerdotes diocesanos españoles que no se han
planteado jamás la misión?». Responde el Padre Plaza: «Todo
sacerdote tiene que ser misionero, y si no lo es mes, mejor que no sea
sacerdote. El Papa Francisco está resaltando esto muchísimo: por el bautismo,
todos, no solo los sacerdotes, todos somos misioneros, y nos comprometemos a la
misión. (…) El sacerdote que no ha descubierto que es misionero por el bautismo
tiene un fallo muy gordo».
La
celebración de este centenario quiere reforzar la animación misionera. Se
pretende que este «sea un momento de concienciación de todos —del laicado, de
los misioneros— de lo que es la misión ad gentes»,
insisten los responsables. «Es un tiempo de mirar hacia atrás para dar gracias
al Señor, pero con la mirada puesta hacia adelante, sabiendo que todavía nos
sigue acompañando, que tenemos horizontes».
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