El gran cambio
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día una
persona me comentó que se había enterado hacía poco de para qué sirven esas
pestañitas que hay en los teclados.
-¿Y para qué
van a servir? -contesté riéndome- Es evidente: para que la posición del teclado
sea más ergonómica y puedas trabajar mucho tiempo sin lesionarte.
-Eso mismo
pensaba yo…
Su respuesta me
bloqueó y me llenó de curiosidad. ¿Y tú? ¿Sabes para qué sirven?
Resulta que son
una ayuda… ¡¡para los principiantes!! Sí, al levantar ligeramente el teclado,
hace que sea más fácil “ver” las teclas, pero, cuando llegas a escribir sin
mirar, ¡hay que quitarlas! Porque, por ayudar a la vista, fuerzan la posición
de las muñecas…
¡¡Aquello fue
el descubrimiento del año!! ¡Yo que llevo meses probando cómo trabajar a gusto
en el ordenador! Me había puesto cojines en la silla, había probado con
distintas mesas… ¡y siempre terminaba con dolor de muñecas! Y, algo tan tonto y
tan minúsculo como cerrar las pestañitas, ¡ha sido la solución!
He estado
orando mucho sobre esto. Igual tú también sientes, a lo largo del día, que
acabas un tanto “lesionado”: las prisas que se meten en el cuerpo, esa
respuesta que no cuidaste, un desencuentro…
Y seguramente
en días así te vengan a la mente los grandes cambios que habría que realizar
para que tu situación mejore: cambiar la silla o la mesa; es decir, que esta
persona fuese de otra manera, que el trabajo se organizase de otra forma…
Pero no es ese
el plan de Cristo, ¡Él siente una curiosa preferencia por lo pequeño! Le
encanta hablar de semillas, gorriones, ¡y niños! Y en efecto, el “pequeño gran
cambio” que quiere realizar es en tu corazón.
Su mayor deseo
es que experimentes el amor que siente por ti. Él quiere llenar tu interior con
su paz, con su alegría… Quiere vivir cada instante de tu jornada a tu lado.
Tal vez lo
exterior, el ambiente o las personas que te rodean, sigan siendo exactamente
iguales, ¡pero ya nada es lo mismo!
Hoy el reto del
amor es posicionar bien tu teclado. Antes de “lanzarte a teclear”, te invito a
que comiences tu jornada dedicando unos minutos a estar con el Señor. Deja que
Él te recuerde lo valioso que eres a sus ojos… ¡y que camina a tu lado siempre!
Pueden ser apenas unos instantes, algo pequeño… pero con el corazón lleno y las
manos “en la posición correcta”, sin cambiar mucho, ¡vivirás grandes cambios!
¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
09 febrero 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma