¿Cómo se aprende a coser?
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.Dominicas de Lerma
Me encanta
preguntarle a sor Puri, nuestra hermana más mayor, qué es lo que ha estado
haciendo durante la tarde… Su respuesta casi siempre es la misma: “Haciendo y
deshaciendo”.
Para ella no es
un dicho, sino una realidad: es nuestra costurera, la que confecciona los
hábitos, capas, todo tipo de arreglos… ¡no se le pone nada por delante! Pero,
para llegar a ser la gran costurera que es, su labor diaria ha sido esa: “coser
y descoser” porque “haciendo y deshaciendo se aprende a coser”.
Este tipo de
labores tradicionales configuraban sus personalidades: son personas que no se
rinden fácilmente, sino que saben que a la primera no les saldrá nunca, y que
necesitan de tiempo y dedicación. Nosotros, que estamos más acostumbrados a la
inmediatez, no tenemos tan integrados estos procesos y, sin embargo, qué
necesarios son para la vida, para el día a día.
A andar
aprendemos andando, y aquello no nos lo planteamos. Pues del mismo modo a
estudiar, a orar, a trabajar, a tocar un instrumento, a ser responsable de tus
propias decisiones tomando decisiones… y sobre todo a amar se aprende amando.
Aunque a
nuestra persona no le gusta caer, es necesario que asumamos el riesgo, y hasta
verlo con naturalidad, porque a la primera nunca nos saldrá.
Pero, ¿cómo
asumirlo? Gracias a Dios, todos nosotros tenemos algo que es lo que nos hace
libres para poder caminar aprendiendo cada día: un Amor gratuito que no espera
de nosotros el perfeccionismo, sino que, cuando caemos, nos levanta, que nos
ofrece continuamente nuevos caminos, que es fuerza motora para emprender el
buen camino, para tomar las decisiones y llevarlas a cabo, para apostar por el
amor y aprender qué es Amar de verdad.
Cristo nos ha
regalado este Don gratuitamente porque “para ser libres Él nos ha liberado”.
Solo cuando te sabes amado puedes actuar con libertad, precisamente porque
quieres responder a ese amor buscando amarle también a Él. Muchas veces lo que
se esconde detrás de querer sacar las cosas a la primera es algo de amor
propio, así que, al tener que volver a intentarlo una y otra vez, se va
puliendo nuestra entrega.
Hoy el reto del
amor es hacer y deshacer. Desde el comienzo de la jornada, tómate unos minutos
para mirar tu día con el Señor, y para entrever las cosas que sientes comenzar,
trabajar, afrontar… y con la Fuerza de Su amor ponte a ellas. Que tu empeño no
sea tratar de hacerlo bien a la primera, sino aprender en cada intento.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
11 febrero 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma