La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, y secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra, presentó este viernes el anteproyecto de ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales tras su aprobación en el Consejo de Ministros.
| Ministras del Gobierno. Dominio público |
El PSOE teme sobre todo las consecuencias electorales de una ley muy mal
recibida por el sector ganadero y por multitud de subsectores relacionados con
los animales domésticos, a los que carga de prohibiciones, burocracia y multas.
De
ahí el triunfalismo con el que Belarra se refirió a una norma que consagra la
atribución a los animales de "derechos"
y "dignidad" (conceptos jurídicamente exclusivos de la
persona) y sitúa en
desventaja respecto a ellos al ser humano no nacido.
Además
ha sido muy criticada en el ámbito de la caza como "un absoluto disparate" y "un ataque sin
precedentes no solo contra la caza sino contra la convivencia en el mundo rural", en palabras a
Europa Press de Luis
Fernando Villanueva, director de la Fundación Artemisán para la
conservación del medio ambiente y la actividad cinegética.
De
hecho, la retirada del anteproyecto se va a incorporar a las reivindicaciones
que llevará el mundo rural a la manifestación
del campo convocada por Alianza Rural en Madrid el próximo 20 de
marzo.
La
ley viene acompañada además de una modificación del Código Penal para sancionar
con multas y prisión diversas infracciones de la ley, y para considerar como
agravante la violencia "instrumental" sobre los animales en los casos
de "violencia machista",
explicó Belarra. Según la nota difundida por el Gobierno, también se
articularán "herramientas judiciales que permitan cambiar la titularidad
[del animal] de manera previa
a la resolución judicial" sobre el caso de "violencia de género".
Sacrificio, sensibilidad, dignidad
El
anteproyecto se basa en la "dignidad" de los animales como "seres sensibles", que es
la razón esgrimida para el objetivo de "sacrificio cero" que lo inspira.
Se establece en consecuencia una prohibición
absoluta del sacrificio salvo razones de salud pública o protección
medioambiental, y siempre mediante mecanismos que no causen al animal
"ningún dolor, angustia o sufrimiento evitable".
Esto
sitúa a cualquier "animal vertebrado" (los que son objeto de la
protección penal de la reforma) en situación de ventaja respecto al ser humano no nacido. Primero,
porque su "sacrificio" está permitido por la vigente ley del aborto
dentro de las primeras 14
semanas de embarazo sin alegar causa alguna. Y segundo, porque las
evidencias científicas adelantan cada vez más, incluso hasta las 12 semanas, la existencia
de dolor fetal con
todos los métodos abortivos utilizados.
C. L.
Fuente: ReL