Concluye la visita ad limina de los obispos españoles con la ausencia del cardenal Osoro, positivo por coronavirus. Los auxiliares de Madrid invitarán al Papa a participar en el recién anunciado Año Santo
Los obispos en la basílica de San Juan de Letrán Foto: Archimadrid |
Con la
presencia de los obispos de las provincias eclesiásticas de Madrid, Toledo,
Valladolid y el Ordinariato Castrense en Roma hasta este sábado, 29 de enero,
concluye la visita ad limina de los prelados españoles. «No
es un paseo. Son unos días intensos para conocer las directrices de cada uno de
los dicasterios. Explican su trabajo y las líneas de fuerza que quieren ir
transmitiendo al resto de acciones de la iglesia», detalla por teléfono a Alfa
y Omega, en uno de los pocos ratos libres, uno de los auxiliares de Madrid,
José Cobo.
Estas jornadas,
en las que no está participando el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro,
por haber dado positivo por coronavirus el pasado fin de semana, son también
para «escuchar y escucharnos entre nosotros, los obispos», asevera Cobo. «Es un
ejercicio de enfoque y de manifestar la pluralidad», además de «un momento muy
celebrativo», pues hay Misas en las basílicas romanas –San Pedro, San Juan de Letrán,
Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros–, y así se subraya que «estamos en
la misma barca». La «guinda» será el encuentro con el Papa este viernes, que el
prelado espera que sea «distendido» y sirva para «presentar problemas y
dificultades y ver su parecer».
En esta línea,
antes de saber que no podía viajar al Vaticano, el cardenal Osoro reconocía a
este semanario que esperaba con especial interés las visitas a la Congregación
para la Educación Católica –de la que forma parte igual que de Iglesias
Orientales– y a la Secretaría del Sínodo, pues para él son dos áreas capitales
en este momento. Y valoraba la llamada que hace el Papa, ya desde su
exhortación Evangelii gaudium, a hacer presente el Evangelio hoy. Estos
días resonarán ideas clave de su pontificado como que «se está jugando la
presencia de Dios en este mundo» (Lumen fidei), que el Señor es «creador» y
«nos invita a tener cuidado de todo lo creado» (Laudato si), o que «hemos de
hacer agradable la presencia de Dios entre los hombres porque nos hace
sentirnos hermanos de todos» (Fratelli tutti).
—Usted reunió
hace poco a políticos de distintos partidos y estuvo con el ministro Escrivá
hablando de corredores humanitarios, ¿la Iglesia es clave para reconstruir la
amistad social?
—Es
fundamental. No se trata de meterse en política, sino de transformar el corazón
del ser humano: somos hijos de Dios y, al serlo, hermanos de todos los hombres.
—Al Papa ya le
han invitado a España por el Año Ignaciano y el Año Jacobeo, ¿le propondrán
participar en Año Santo de san Isidro que acaba de anunciar?
—Claro
[sonríe]. Es un santo de la puerta de al lado, que además tiene ermitas y
santuarios por todos los continentes. Tiene una vida coherente y una relación
permanente con Dios, de amistad sincera con Jesucristo. ¿Por qué no?
Rodrigo Pinedo
Fuente: Alfa y Omega