Los excesos no son buenos…
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Llevo ya una
temporada dándome cuenta de que no estoy bien trabajando en el ordenador. Lo
noto especialmente en los ojos: termino con la vista cansada, ¡incluso a veces
los siento doloridos!
Lo primero que
pensé fue que tenía una mala iluminación ambiental. Estuve analizándolo y creo
que conseguí resolverlo.
Sin embargo, la
sensación de dolor en los ojos, aunque tardaba más en aparecer, terminaba
llegando.
Comencé a
pensar que el problema era yo, que igual tenía algo…
Y, de pronto,
hace unos días “se me encendió la bombilla” (y nunca mejor dicho): ¡¡el
problema era la pantalla!! ¡¡¡Tenía el nivel de luminosidad altísimo!!!
Al bajar el
nivel, ¡¡fue un alivio increíble!! Inmediatamente recordé aquellas palabras de
Jesús: “Alumbre así vuestra luz a los hombres”. Alumbrar, ¡no deslumbrar!
Me encanta ver
la paciencia de Jesús. Él conoce a fondo a cada uno de sus discípulos, ¡conoce
sus debilidades más que ellos mismos! Y, sin embargo, no se pasa el día
recriminándoles, sino que cuenta con ellos, ¡confía en ellos, así como están!
Y, poco a poco,
hablándoles, estando a su lado, les va transformando con su amor, ¡hasta
convertirles en criaturas nuevas!
Ciertamente, se
trata de un proceso que dura toda la vida, ¡al Señor le gusta ir mostrándonos
el camino poco a poco! ¿Quién sabe? Si el Señor te hubiese dicho el primer día
los cambios que te esperaban a Su lado, ¡igual te habría dado un patatús! Creo
que por eso Él prefiere ir “con las luces cortas”, desvelándotelo poco a poco,
con una luz que ilumina sin herir…
Después de un
tiempo, cuando echas la vista atrás, ves el camino realizado… y solo descubres
aún más Su amor. Al fin y al cabo, es impresionante que, quien conoce lo peor
de ti, más incluso que tú mismo, ¡se queda a tu lado y vuelve a apostar por ti!
A veces nos
gustaría ir más rápido, pero es bueno que sea Él quien vaya iluminando el
camino, quien marque el ritmo… ¡con el entusiasmo de saber que siempre podremos
dar un paso más!
Hoy el reto del
amor es alumbrar. Alumbrar, sí, ¡no deslumbrar! Te invito a que hoy busques
llevar la Verdad en tus palabras, pero llevar también amor. ¡No solo importa lo
que dices sino cómo lo dices! Deja que el Señor marque el ritmo contigo, ¡y con
los de tu alrededor! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
08 Enero 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma