Por contra, el portal para recoger donativos de la CEE recaudó 5,5 millones en 2020 y lleva cuatro este año
Responsables de Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española |
La cifra la ofreció ayer José María Albalad, director del Secretariado para el Sostenimiento de
la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en un encuentro
informativo con periodistas, en el que también ha participado Joseba Segura,
obispo de Bilbao y responsable de este ámbito en la CEE.
Con esta situación, las
realidades eclesiales se han tenido que reinventar para seguir atendiendo y
acompañando a la sociedad en aspectos como la soledad, el duelo o la
precariedad económica. Ha ayudado, eso sí, el aumento de las suscripciones o
donaciones recurrentes, muchas de ellas a través del portal donoamiiglesia.es.
Las parroquias, diócesis
y la Conferencia Episcopal recaudaron a través de este medio un total de 5,5
millones de euros en 2020, mientras que este año llevan cuatro millones. El
perfil de donante es una persona de entre 50 y 59 que aporta 50 euros de media.
Según Joseba Segura, el
portal es solo «un símbolo» de por dónde pueden ir las cosas, pero es «una
proporción muy pequeña» de los recursos que necesita la Iglesia. De hecho, lo
ha comparado con los más de dos millones de euros que ya ha reunido Cáritas Tenerife
para la crisis del volcán de La Palma.
Sí a que otras religiones tengan casilla
en el IRPF
Por otra parte, el
prelado se ha mostrado partidario de que otras confesiones y religiones puedan
contar, como la Iglesia católica, con un mecanismo para que los ciudadanos
puedan asignarles parte de sus impuestos: «No es exclusivo de la Iglesia». Y ha
señalado que sin la asignación tributaria la labor social de la Iglesia «seguro
que no desaparecería», pero sí se «tendría que reducir la actividad, porque esa
actividad genera costes».
Ambos han recalcado la
importancia de que los católicos tomen conciencia de que pertenecen a una
familia, la Iglesia, y por tanto se comprometan con su sostenimiento. Y
recuerdan que este no solo tiene que ver con las aportaciones económicas, sino
también con el tiempo, las cualidades y la oración de cada uno. «El sentido de pertenencia
a la Iglesia lleva al compromiso y ese compromiso se puede traducir de muchas
maneras», ha añadido Albalad.
El obispo de Bilbao ha
constatado que, al margen de la pandemia, existe una tendencia descendente en
la colaboración económica de los fieles para sostener a la Iglesia. «Tenemos
que hacer algo», ha agregado.
Primero la experiencia de Dios
Tanto desde el
Secretariado para el Sostenimiento Económico como desde las diócesis están
trabajando en una serie de líneas estratégicas y en la sensibilización. Los
jóvenes son, en este sentido, un objetivo y, por ello, se va a renovar la
página donoamiiglesia.es, donde se podrán hacer contribuciones
a través de Bizum.
Para Segura, lo primero
que hay que hacer con los jóvenes es acercarlos a Dios: «No puedo captarlos si
no soy capaz de introducir la experiencia religiosa, que es central. El
compromiso social es una consecuencia. La fe fortalece los vínculos
comunitarios y en la medida de que uno se siente comunidad cristiana puede
aportar».
Con todo, Albalad ha recordado que «la Iglesia no busca lucrarse, sino sostenerse para poder desarrollar su actividad educativa, celebrativa y asistencial». «Para llevar a cabo la misión divina se necesitan bienes y recursos», ha añadido.
Fran
Otero
Fuente:
Alfa y Omega