Guardar solo lo que vale
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día,
varias hermanas estabamos trabajando en el monasterio. Teníamos que vaciar todo
lo que había en una habitación y trasladarlo a otro sitio. Nuestro objetivo era
convertir esa habitación en una celda.
No te puedes
imaginar lo que se llega a guardar. Lo que más escuchaba era: “No lo tires, por
si acaso se necesita”. Este “por si acaso” fue famoso durante la mañana. Otras
decían: “No tires eso, que faltas a la pobreza”, y otras, simplemente,
cambiaban de sitio las cosas sin entrar a mucho diálogo ya que, al final, todo
era… por si acaso.
Me hizo pensar
mucho ver la cantidad de cosas que se pueden llegar a guardar, y le decía al
Señor: “Me impresiona cómo muchas veces se guarda lo que vale y lo que no
vale”.
También esto
pasa dentro de nosotros: guardamos recuerdos buenos, de personas, de viajes,
acontecimientos, convivencias, charlas… pero también, guardamos en nuestro
interior recuerdos de rencor, de resentimiento con alguna persona, dolor por el
sufrimiento… Tantas cosas que, quizá, las guardamos “por si acaso” y que en
realidad las tendríamos que tirar. Cosas que deberíamos poner en las manos del
Señor, en Su Misericordia infinita.
Sin embargo,
algunas veces, no podemos desprendernos de ello. Quizá porque se nos ha hecho
parte nuestra y sentimos nuestra debilidad muy fuerte, queremos y no podemos
desprendernos. Sentir esto es lo mejor que nos puede pasar: no poder perdonar
con nuestras propias fuerzas. Es en este momento cuando experimentamos que el
perdón es un don que Cristo nos regala. Como cualquier regalo, lo que podemos
hacer es pedirlo y acogerlo con amor.
Sentir que no
podemos no es malo. Solo te dice que eres hombre, no dios, y que dejes a Dios
ser Dios en tu vida. Cristo sí puede darte el don del perdón y quitarte esa
espina que tienes en el corazón, que tú no puedes sacártela. Él sí puede y, no
solo puede, sino que quiere, pero necesita que tú le dejes entrar, que le des
la mano, para que Él actúe en tu vida. Esto no es teoría, es vida.
Hoy el reto del
amor es ir a un Santísimo expuesto y pedirle que te quite esa espina que tienes
en el corazón y que no te deja vivir. Pídele que te dé su paz, que te dé el don
del perdón de corazón, para que tu corazón pueda volver a amar. Yo se lo pedí y
me lo dio. A ti también te lo quiere regalar.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
15 Noviembre
2021
Fuente:
Dominicas de Lerma
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