Con la prohibición de la religión durante la dictadura comunista soviética, la catedral fue usada como archivo y sala de conciertos
Konstantin Brizhnichenko, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons |
Noventa años después de que fuera tomada por el régimen comunista,
finalmente devolveránla catedral de Kiev a la Iglesia católica. La entrega
final del templo está programada para el 1 de junio de 2022.
Prohibición del culto
Dedicada a San Nicolás, la catedral de la capital ucraniana se
cerró en la década de 1930, debido a la prohibición del culto cristiano y al odio a la religión en general, característico de la
ideología comunista imponentemente atea. Lo mismo sucedió en todos los
territorios subyugados por la Unión Soviética.
Durante la Segunda Guerra Mundial, varios ataques dañaron
gravemente la catedral, que también era la iglesia principal de Ucrania. Se
restauró, pero el régimen la designó para albergar los Archivos de la Región de
Kiev y para utilizarla como sala de conciertos.
A partir de 1992, con la caída del comunismo soviético y la
paulatina restauración de la libertad, ocasionalmente se permitieron
celebraciones católicas en la catedral; sin embargo, no fue devuelta a la
Iglesia debido a una disputa sobre la propiedad del órgano que había sido
especialmente encomendado para la sala de conciertos.
Un incendio ayuda a las negociaciones
Según informa el sitio web Vida Nueva Digital, el Ministerio de Cultura de Ucrania
finalmente acordó transferir la catedral de nuevo a la Iglesia Católica después
de muchos años de negociaciones; desafortunadamente, hizo falta un incendio en
septiembre pasado para que las negociaciones finalizaran.
La Iglesia Católica en Ucrania ha publicado un comunicado en el
portal religioso Risu.ua. En él declara que «gracias a los esfuerzos
de muchos creyentes, la justicia histórica se restaurará; y el santuario
cristiano podrá regresar al corazón de la Iglesia».
Se espera que esta medida sea la primera de muchas devoluciones
pendientes en el país.
Mientras tanto, en Ucrania, tenemos el caso de católicos como
Mykola Horbal. Éste, por iniciativa propia, restauró una iglesia en ruinas por
los comunistas soviéticos durante su trágica y mortal aventura en el poder.
Francisco Vêneto
Fuente: Aleteia