Hay que fortalecer la aportación cristiana en la Universidad, desde donde se pueda conocer y profundizar personal y comunitariamente en la sólida doctrina católica
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Ecclesia |
«El dramático
declive de la fe entre los jóvenes significa que los estudiantes creyentes se
enfrentan cada vez más a una mayor presión social para abandonar la vida
cristiana. La Universidad plantea continuos retos morales y espirituales y no
todos los creyentes mantienen la fe indemne».
El obispo de
Huelva, Santiago Gómez, ha presidido la misa de apertura del curso
académico en la Universidad de Huelva. Se ha celebrado en la capilla
universitaria Santa María ‘Sedes Sapientiae’ y ha contado con la presencia de
la rectora María Antonia Peña, además de estudiantes y docentes.
La Universidad
es hoy un campo de siembra
Santiago Gómez ha
afirmado durante su homilía que «la Universidad es hoy un campo de siembra para
un trabajador, estudiante o docente cristiano, porque aquí se educa y todo
modelo educativo presupone una antropología, una forma de comprender el ser
humano. Y la Iglesia, a través de los cristianos miembros de la comunidad
universitaria debe aportar el suyo».
Durante la
Eucaristía de apertura del curso académico se ha invocado al Espíritu Santo,
«porque es la amorosa persona divina, Señor y dador de vida, que nos ama, guía
y enseña. Los cristianos sabemos que estamos llamados a amar y servir a Dios
con toda nuestra mente, todo nuestro corazón y toda nuestra alma, y así unirnos
a Él y caminar a la eternidad».
«Ser capaces de
establecer un diálogo permanente entre la fe y la cultura»
Por último, el
prelado ha explicado que «el Servicio de Asistencia Religiosa en el campus
universitario está llamado a ser una referencia comunitaria. Hay que fortalecer
la aportación cristiana en la Universidad, desde donde se pueda conocer y
profundizar personal y comunitariamente en la sólida doctrina católica. Debemos
ser capaces de establecer un diálogo permanente entre la fe y la cultura,
buscando la verdad en la caridad».
Fuente: Revista Ecclesia