Hoy el Papa Francisco se ha encontrado con unos 80 moderadores de diferentes Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades
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El Papa
Francisco se reúne con los moderadores de Asociaciones de fieles, Movimientos
Eclesiales y Muevas Comunidades, reunidos en Roma para reflexionar sobre “la
responsabilidad del gobierno en las asociaciones de laicos” y les da algunos
consejos útiles para responder a los desafíos y los cambios como verdaderos
cristianos.
“La pertenencia a una asociación, a un
movimiento o a una comunidad, sobre todo si se refieren a un carisma, no debe
encerrarnos en un "barril de hierro", hacernos sentir seguros, como
si no fuera necesario responder a los desafíos y a los cambios”. Ha sido uno de
los varios consejos que hoy el Papa Francisco ha querido dar a los moderadores
de Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades que se
han reunido con el Pontífice esta mañana en el Aula del Sínodo en el Vaticano.
Hoy el Papa
Francisco se ha encontrado con unos 80 moderadores de diferentes Asociaciones
de fieles, Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades que se encuentran
reunidos gracias a un evento organizado por el Dicasterio para los Laicos, la
Familia y la Vida, para reflexionar sobre el tema: “La responsabilidad del
Gobierno en las Asociaciones de laicos: un servicio eclesial”. Lo primero que
ha hecho el Santo Padre es agradecerles por varios motivos: En primer lugar,
por su compromiso en vivir y testimoniar el Evangelio en las realidades
ordinarias de la vida y especialmente en los países más pobres, “donde muchos
de vosotros estáis presentes” ha dicho el Papa. En segundo lugar, les ha dado
las gracias “porque no han parado durante la pandemia”: “no habéis dejado de aportar
vuestra solidaridad, vuestra ayuda, vuestro testimonio evangélico incluso en
los meses más duros, cuando los contagios eran muy altos. Habéis sido testigos
de esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos escapar: la pertenencia
como hermanos”.
Tras los
agradecimientos, el Pontífice ha citado uno a uno algunos consejos útiles para
la vida en comunidad, movimiento o asociación:
Todos los
bautizados tienen la tarea de evangelizar
El primer
consejo del Papa ha sido que "debemos entender que la evangelización es un
mandato que viene del Bautismo" y el Bautismo "nos hace sacerdotes
juntos, en el sacerdocio de Cristo". De hecho, el Papa asegura que no hay
que esperar a que venga el sacerdote, el cura a evangelizar, el misionero:
"Sí, lo hacen muy bien, pero los bautizados tienen la tarea de
evangelizar. Y ustedes han despertado esto con sus movimientos. Y esto es muy
bueno".
¡Un Evangelio
sofisticado, no es Evangelio!
Después, el
Papa ha citado a la Madre Teresa para hablar sobre la tentación del ateísmo
cuando llega en la oración: "La pobre Madre Teresa sufrió tanto porque es
una venganza del diablo que vayamos allí, a las periferias donde está Jesús,
donde nació Jesús, ¿no? Preferimos un Evangelio sofisticado, un Evangelio
destilado. Y esto no es el Evangelio". Por tanto, el consejo del Papa es
que el Evangelio es esto, aquellos que, estando en las periferias existenciales
de nuestras sociedades, experimentan en carne propia el abandono y la soledad,
y sufren muchas necesidades materiales y pobreza moral y espiritual. "Nos
hará bien a todos recordar cada día no sólo la pobreza de los demás, sino
también, y sobre todo, la nuestra" ha dicho Francisco.
Sentir la
responsabilidad de construir el futuro del pueblo de Dios
Otro de los
consejos del Papa ha sido que recuerden siempre que construir el futuro no
significa dejar el presente que estamos viviendo: “Como miembros de
asociaciones de fieles, movimientos eclesiales internacionales y otras
comunidades, tenéis la responsabilidad de construir el futuro del Santo Pueblo
fiel de Dios, pero debéis recordar siempre que construir el futuro no significa
dejar el presente que estamos viviendo. Por el contrario, hay que preparar el
futuro aquí y ahora, en la cocina. aprendiendo a escuchar y a discernir el
tiempo presente con honestidad y valentía, y con una disposición al encuentro
constante con el Señor y a una constante conversión personal”. De hecho – ha
dicho el Papa – si no se lleva a cabo esta actitud, se corre el riesgo “de
vivir en un "mundo paralelo", destilado, lejos de los verdaderos
desafíos de la sociedad, de la cultura y de todas las personas que viven a tu
lado y que esperan tu testimonio cristiano”.
Aceptar cambiar
modos anticuados y métodos de Apostolado que ya no son eficaces
“La pertenencia
a una asociación, a un movimiento o a una comunidad, sobre todo si se refieren
a un carisma, no debe encerrarnos en un "barril de hierro", hacernos
sentir seguros, como si no fuera necesario responder a los desafíos y a los
cambios”. El Papa Francisco recuerda a los moderadores que todos los cristianos
estamos siempre en movimiento, siempre en conversión, siempre discerniendo para
hacer la voluntad de Dios y es por ello – puntualiza – “que el carisma al que
pertenecemos debe ser profundizado cada vez más, y debemos reflexionar juntos
para encarnarlo en las nuevas situaciones que vivimos”.
Pero, ¿cómo se
consigue esto? El consejo del Papa es que tengamos “una gran docilidad y
humildad, para reconocer nuestros límites y aceptar cambiar modos de hacer y de
pensar anticuados, o métodos de apostolado que ya no son eficaces, o formas de
organización de la vida interna que han resultado inadecuadas o incluso
perjudiciales”.
El camino del
Evangelio no es un viaje turístico
"En
ocasiones, nos encontramos con algunos laicos que confunden el camino con un
viaje turístico o confunden el camino con un girar siempre sobre si mismo, sin
poder avanzar". El Papa Francisco también advierte que "el camino del
Evangelio no es un viaje turístico. Es un reto: cada paso es un reto y cada paso
es una llamada de Dios, cada paso es - como decimos en mi país - poner la carne
en el asador". El Santo Padre aconseja pues que debemos estar siempre
en movimiento, siempre en conversión, siempre discerniendo para hacer la
voluntad de Dios y pensar que somos "lo nuevo" en la Iglesia "es
una tentación que le ocurre muy a menudo a las nuevas congregaciones o
movimientos".
Las tareas de
gobierno que se os encomiendan no son otra cosa que una llamada a servir
El sexto
consejo del Pontífice esta relacionado con el ejercicio de la gobernanza en el
seno de las asociaciones y los movimientos. Se trata de un tema especialmente
interesante para el Papa – ha dicho – “sobre todo teniendo en cuenta los casos
de abusos de diversa índole que se han producido en estos grupos y que siempre
tienen su origen en el abuso de poder”. Por tanto, el consejo del Papa es
aceptar que: “en las tareas de gobierno que se os encomiendan en los grupos de
laicos a los que pertenecéis no son otra cosa que una llamada a servir”.
Pero, ¿qué
significa para un cristiano servir? El Papa señala dos obstáculos que un
cristiano puede encontrar en su camino y que le impiden convertirse en un
verdadero servidor de Dios y de los demás: el "deseo de poder" y la
“deslealtad”.
Rotación en los
puestos de gobierno
En cuanto a ese
"deseo de poder", el Papa pone el ejemplo de Jesús: “Él nos enseñó
que el que manda debe hacerse como el que sirve y que, si alguno quiere ser el
primero, que sea el servidor de todos". Pues, tal y como advierte el Santo
Padre, “nuestro deseo de poder se puede expresar de muchas maneras en la vida
de la Iglesia; por ejemplo, cuando creemos, en virtud del papel que tenemos,
que tenemos que tomar decisiones sobre todos los aspectos de la vida de nuestra
asociación, diócesis, parroquia, congregación. Delegamos en otros las tareas y
responsabilidades de ciertas áreas, ¡pero sólo en teoría! Sin embargo, en la
práctica, la delegación en los demás se ve vaciada por el afán de estar en
todas partes”. Es por ello que el Papa recuerda que esta voluntad de poder
anula toda forma de subsidiariedad y es una mala manera de
"disciplinar", por tanto, su consejo es: “prever una rotación en los
puestos de gobierno y una representación de todos los miembros en vuestras
elecciones”.
No se puede
servir al Señor y a otras cosas: esto es doble juego
Por ultimo,
Francisco advierte de otro obstáculo para el verdadero servicio cristiano: la
deslealtad. “Lo encontramos cuando alguien quiere servir al Señor, pero también
sirve a otras cosas que no son el Señor. E dietro a altre cose, sempre ci
sono i soldi, no? ¡Es un poco como jugar un doble juego! Decimos con
palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos
a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento,
aprecio... No olvidemos que el verdadero servicio es gratuito e incondicional,
no conoce cálculos ni exigencias”, dice el Papa.
Por ello, el ultimo consejo del Papa es: “en el desempeño de la función de gobierno que se nos ha confiado, aprendamos a ser verdaderos servidores del Señor y de nuestros hermanos, aprendamos a decir "somos siervos inútiles" y tengamos presente esta expresión de humildad, de docilidad a la voluntad de Dios, que tanto bien hace a la Iglesia y recuerda la actitud adecuada para trabajar en ella: el servicio humilde, del que Jesús nos dio ejemplo, lavando los pies a los discípulos”.
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