“Muchas veces hay personas que quieren adoptar niños, pero hay una burocracia tan grande: cuando no está de por medio la corrupción, pagas y…”
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Dominio público |
“Hay
matrimonios que no pueden tener hijos. Lo importante es que tengan intimidad y
estén abiertos a lo que Dios quiera, poniendo el fruto de la intimidad en sus
manos divinas”, escribió el sacerdote en su cuenta de Twitter el 22 de agosto.
“Si
Dios no envía a los hijos, Él
hará que el amor de esa pareja sea fecundo de otras maneras”,
subrayó.
El
numeral 2378 del Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que “el hijo no es
un derecho sino un don” que “no puede ser considerado como un objeto de
propiedad” y debe ser “respetado como persona desde el momento de su
concepción”.
Sobre
la esterilidad, el Catecismo indica en el numeral 2379 que “no es un mal
absoluto. Los esposos que, tras haber agotado los recursos legítimos de la
medicina, sufren por la esterilidad, deben asociarse a la Cruz del Señor,
fuente de toda fecundidad espiritual. Pueden manifestar su generosidad
adoptando niños abandonados o realizando servicios abnegados en beneficio del
prójimo”.
En mayo de 2019, ante el personal del Hospital
de los Inocentes de Florencia (Italia), el Papa Francisco reflexionó sobre la
importancia de crear una cultura de la adopción a favor de los niños huérfanos
y abandonados, que no se vea afectada por la burocracia ni por la corrupción.
“Muchas
veces hay personas que quieren adoptar niños, pero hay una burocracia tan
grande: cuando no está de por medio la corrupción, pagas y… Pero ayúdenme en
esto: a sembrar conciencia de que tenemos la otra mitad de la medalla de ese
niño”, dijo entonces el Papa.
La
medalla a la que se refería era la que solían entregar en ese instituto a las
madres que dejaban a sus hijos. Una mitad quedaba con ellas y la otra con los
pequeños.
El
Papa Francisco resaltó luego que hay “muchas, muchas familias que no tienen
hijos y ciertamente tendrían el deseo de tener uno con la adopción: seguir adelante, crear una cultura de
adopción porque los niños abandonados, solos, víctimas de
la guerra, etc., son tantos”.
“Que
la gente aprenda a mirar esa mitad y diga: ‘Yo también tengo otra’. Les pido
que trabajen en esto”, alentó.
POR WALTER
SÁNCHEZ SILVA
Fuente: ACI