“Extrae lo precioso de lo vil”
| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos años,
cuando yo era Madre Maestra, trataba de que todo estuviera bien y a punto. Esto
sabía que era por agradar al Señor, y mucho, por mi perfeccionismo, en el que
estaba y sigo trabajando, cada vez más conscientemente… Pero en ello, tuve una
verdadera conversión que me sucedió precisamente en la huerta...
A menudo, salía
con las novicias y arreglábamos la huerta, lo que en principio era un erial con
pajas y piedras. Pero, poco a poco, se fue convirtiendo, con la constancia, en
un jardín muy bello... Pero yo me daba cuenta de que, cuando paseaba con ellas
por él, mis frases eran: “Hay que hacer aquí esto”, “Hay que quitar esas
hierbas”, “Hay que cavar estos árboles”, etcétera, etcétera… Y percibía que no
disfrutaba de lo bonito que íbamos dejando todo... Pero no podía evitar esos
comentarios del: “¡Hay que hacer eso o lo otro!”...
El Señor debió
de ver mis esfuerzos frustrantes en no querer ver las cosas así, y un día, me
paró en seco y me dijo: “¡Yo te mando que goces y disfrutes de lo que hay en
cualquier circunstancia y trabajo, y que dejes el: ‘¡hay que!’, pues siempre se
hará todo, pero a su tiempo!”... Y estas Palabras, tan cargadas de gracia y
fuerza, me convirtieron el corazón desde la raíz...
Así, cuando veo
algo que no está perfecto, siempre encuentro a su lado lo que me despierta la
acción de gracias y la alabanza a Dios, porque “Él, todo lo ha hecho bien” y
nos quiere colaboradores de su Obra, y no quejosos de lo que, bien visto, es
tarea feliz que Dios nos encomienda…
Por esto,
cuando veo que alguien está quejumbroso por algo: la vida, la situación actual,
las cosas que nos rodean o las personas, tengo un resorte interior, que sé que
es un Don, que sabe encontrar lo poco bueno, o lo pequeño perfecto, en lo que
quizás aparece como incompleto, o quizás feo, ¡cuando no, caótico!...
¡Y aquí, la
Palabra de Dios irrumpió en mi corazón, con Jeremías (15, 19): “Si te
conviertes a mí, yo te restauraré y estarás en mi presencia; y si entresacares
lo precioso de lo vil, serás como mi boca”... ¡Esto, justamente esto!... ¡Y la
Palabra de Dios, viene a confirmar su gracia!...
Hoy el reto del
amor es pedir al Señor saber encontrar lo bueno que hay en todas las cosas,
porque esta visión es fuente de felicidad y hasta llegamos a ser “embajadores”
de la bondad de Dios en su Creación...
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma