La verdadera perspectiva
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿Recuerdas que
hace unos días te comentamos que hemos tenido que hacer obras en el tejado de
nuestra iglesia?
Pues sí, y ahí
seguimos. La verdad es que este invierno ha sido toda una odisea con las
goteras. Por lo que nos dijeron los técnicos en la primera visita, había muchas
tejas que se habían podrido… por no hablar de todas las que se habían movido:
¡las palomas parecían particularmente afanosas en esa zona!
Visto el
catastrófico panorama, nos propusieron una solución contundente. Estaba tan
mal, que lo mejor era quitar todas las tejas y ponerlas nuevas.
¿Y qué vas a
hacer? Pues, chico, ya puestos, “de perdidos al río”.
Lo que nadie
podía adivinar era lo que ha sucedido después…
Al retirar las
tejas, los obreros se han encontrado con que… ¡¡las vigas del tejado estaban
podridas!! ¡¡Incluso varias estaban partidas!!
Era imposible
verlo desde otro lugar, ¡había que levantar las tejas para descubrirlo! Alguna
de las que subieron a verlo comentaba que podía habernos pasado cualquier cosa,
que podía haberse caído…
¿Cómo imaginar
que las goteras eran en realidad la forma que ha encontrado el Señor para
protegernos?
Viendo ahora
las enormes vigas que han tenido que ir retirando para sustituirlas por unas
nuevas, no puedo dejar de asombrarme ante tanto cuidado por parte del Señor. ¡Y
es que este episodio me ha hecho orar mucho!
En efecto, en
un primer momento, las palomas, las goteras… parecían un problema. Ahora
sabemos que eran una bendición. ¡El Señor es sorprendente!
Y Él ha
prometido cuidar de ti. Por ti, se ha comprometido hasta el punto de derramar
toda Su sangre. No te dejará ni te abandonará. En cada momento, Él sigue en
control.
El punto está
en confiar en Él, ¡y saber esperar! Lo que hoy te parece un problema, quizá
dentro de un tiempo lo descubras como oportunidad, como esa situación que te
llevó a algo nuevo, a algo que nunca habrías soñado.
En cada
instante, Cristo cuida de ti. Quizá, obrando portentos. Quizá sosteniéndote en
silencio… pero a tu lado siempre. Y, si Él es quien nos cuida, ¡no hay espacio
para el miedo!
Hoy el reto del
amor es confiar en los planes del Señor. Hoy, ante un problema o un
contratiempo, ¡no te dejes llevar por las apariencias! Mira a Cristo y…
¡sonríe! Abre los ojos para descubrir las sorpresas inesperadas que te ha
preparado, sabiendo que vas de la mano de una Persona que te ama con locura, ¡y
que es capaz de entregarse del todo por cuidar de ti! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma
