El Cardenal Cañizares destacó que los colegios diocesanos “son escuelas libres para enseñar a ser hombres libres, conscientes, críticos y creadores, con espíritu” y que están guiados “por la visión del hombre que procede del Evangelio, de Jesucristo”.
![]() |
Dominio público |
Según explicó el Arzobispo de Valencia en su carta
semanal, en los países libres y democráticos, la escuela se entendió como
“institución de la sociedad para enseñar a los alumnos a ser libres, críticos,
conscientes, creadores y con espíritu”.
Sin embargo alertó de que esto podría no llegar a
suceder “a no ser que reaccionemos en contra” ya que las “leyes nuevas que
regulan el sistema educativo español”, y en especial la ley Celaá es “una ley
liberticida en la que no se quiere ni se tolera una escuela libre, en libertad,
para enseñar y aprender a ser hombres libres, conscientes, críticos, creadores
y con espíritu”.
El Cardenal Cañizares advierte que se está siguiendo
“los dictados de los poderosos del Nuevo Orden Mundial (NOM) que pretenden una
nueva cultura unificadora, derribando la tradición y las tradiciones propias” y
sin pensamiento crítico.
Porque según explica, el objetivo de este Nuevo Orden
es que los ciudadanos “acaten y se resignen” a sus ideologías.
“Y así, lo estamos viendo en la Ley Celaá y en sus
desarrollos legislativos”, subraya el Cardenal y destaca que el Nuevo Orden
Mundial comienza en las escuelas públicas o estatales, para luego seguir en la
cultura adolescente y en la universidad, y da como resultado “una sociedad de
adultos en edad pero infantiles fácilmente manipulables y dirigibles”.
Por eso muestra su sorpresa por “la legislación totalitaria con la
que se abre o se va a abrir un nuevo curso escolar”.
Sin embargo, el Arzobispo de Valencia insiste en su carta que “la
escuela verdadera, aunque pretenda el Gobierno de España hacerla desaparecer,
no ha muerto” y por eso anima a dar una respuesta “en verdad y libertad para
que haya una sociedad humana”, “con esperanza, abierta al futuro, capaz de
humanización y de desarrollo auténtico digno del hombre con dignidad y derechos
inviolables basada en bienes prepolíticos, constructora de paz y de
fraternidad, abierta a Dios y no materialista como la que propugnan los textos
legislativos que se proponen, o mejor, que se imponen obligatorios”.
Ante esto el Purpurado asegura que la escuela libre, es decir, la
escuela católica es una respuesta.
Por eso pidió a todos los Colegios diocesanos de Valencia, que
están agrupados en la Fundación “San Vicente Mártir”, “que se opongan con todas
sus fuerzas a estos desarrollos legislativos, a los contenidos obligatorios que
estén en contraste con el carácter propio de los Colegios diocesanos”.
El Cardenal Cañizares destacó que los colegios diocesanos “son
escuelas libres para enseñar a ser hombres libres, conscientes, críticos y
creadores, con espíritu” y que están guiados “por la visión del hombre que procede
del Evangelio, de Jesucristo, en quien encontramos la verdad del hombre, para
hacer posible una humanidad libre, fraterna, solidaria, en concordia y paz,
defensora de la vida y de la familia, asentada sobre la verdad del matrimonio
de un varón y de una mujer, lejos enteramente de la insidiosa ideología de
género que tantos estragos está causando en el mundo”.
Y destacó que “ningún Colegio diocesano dejará su ideario y su
carácter propio y dejará de serlo si secunda lo que se nos quiere imponer en
materia escolar”.
Además pidió que hicieran lo mismo las asociaciones de padres,
profesores, así como a todas las escuelas católicas de Valencia y “defiendan la
escuela libre, luchen por la escuela libre”.
Por eso insistió en que “tanto la de iniciativa social o privada
como la Estatal” se unan para reclamar “una escuela libre y verdadera”.
Ley Celaá
La LOMLOE es la Ley Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de
Educación, también conocida como Ley Celaá en referencia a la Ministra de
educación Isabel Celaá que la impulsó. Aunque la actual Ministra de Educación
es Pilar Alegría.
Para su entrada en vigor es necesario que se aprueben los reales
decretos de currículo básico, también conocidos como enseñanzas mínimas, en
donde se establece cómo se impartirán las asignaturas en las distintas etapas
educativas.
En esta ley se prevé que la asignatura de Religión sea la peor
tratada. En Primaria será de oferta obligatoria y de elección voluntaria. En
Bachillerato no será obligatoria y su evaluación no cuenta para la media
escolar necesaria para el acceso a la universidad o la obtención de becas.
También queda sin alguna asignatura como alternativa, por lo que
los estudiantes que no se apunten a Religión podrían marcharse al patio o a su
casa.
Sin embargo, todos los alumnos de 5º y 6º de Primaria y los de 4º
curso de la ESO (Enseñanza Secundaria) deberán cursar la asignatura de Valores
Cívicos y Éticos que sí será evaluable.
Esta asignatura es similar a la de Educación para la Ciudadanía
que se implantó en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y en ella se
pondrá un especial empeño en “asumir un compromiso activo” con el “respeto por
las minorías y las diferentes identidades humanas y personales”, lo que abre la
puerta a que los niños puedan debatir sobre la realidad LGTBIQ+.
Las asignaturas de Matemáticas, Educación Física, Educación
Artística, Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, así como Lengua
Castellana y Literatura presentan todos una “perspectiva de género”.
En el borrador de la nueva ley, según recogen los diarios ABC y El
Mundo', pretende fomentar el “descubrimiento personal de la sexualidad” y los
“juegos exploratorios estimulantes”.