“Aquí estamos en la Corte Suprema para desafiar la discriminación absoluta que permite el aborto hasta el nacimiento por síndrome de Down”
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| Crédito: Don’t Screen Us Out - Flickr (CC BY 2.0) |
Heidi
Crowter es una joven británica con síndrome de Down que se presentó frente a la
justicia de Reino Unido para impugnar una ley que permite el aborto hasta el
nacimiento por motivos de discapacidad, y afirma es discriminatoria.
La joven
activista de 26 años, procedente de la ciudad de Coventry, en el centro de
Inglaterra, se describe a sí misma como “la primera persona con síndrome de
Down en llevar a la Corte al Gobierno de Reino Unido”. Se hizo conocida por
presentar una demanda al Estado para que se revise la ley que permite que se
aborten bebés con su condición hasta el nacimiento.
Heidi tiene un
empleo, vive en su propio departamento, realiza sus tareas domésticas de forma
independiente y está por cumplir su primer año de casada con James Bryn Carter,
un joven con síndrome de Down que la respalda en todas sus audiencias y
actividades para crear conciencia sobre su condición y ser una voz para quienes
no la tienen.
El 6 de julio, la
joven se presentó frente a la Corte Suprema de Londres junto a Máire
Lea-Wilson, una madre cuyo hijo tiene síndrome de Down, para desafiar la ley de
aborto que ambas señalan que es discriminatoria, y ser parte de un caso
potencialmente histórico.
“Aquí estamos en
la Corte Suprema para desafiar la discriminación absoluta que permite el aborto
hasta el nacimiento por síndrome de Down”, dijo Crowter a un grupo de personas
simpatizantes que se reunieron fuera de la corte. “Esta ley me hace sentir que
estoy mejor muerta; sé que no, pero así es como me hace sentir”, agregó.
Por su parte,
Lea-Wilson, una mujer de 33 años del oeste de Londres, dijo que “nuestro caso
es sobre la igualdad”, y aseguró “que todos en el mundo entero merecen ser
tratados por igual, sin importar la discapacidad, el género, la raza, la
religión”.
“Por ello,
realmente espero que ganemos hoy y que comencemos a allanar el camino hacia la
verdadera igualdad y aceptación de las personas con discapacidad”, añadió.
Entre las
personas que apoyaron el caso de Heidi y Lea-Wilson fuera de la corte estaba
Sally Phillips, una actriz y comediante conocida por participar en la serie de
películas “Bridget Jones”, y cuyo hijo mayor tiene síndrome de Down.
Para practicar
abortos en Inglaterra, Escocia y Gales existe un límite de tiempo general que
son las 24 semanas de embarazo. Sin embargo, la Sección 1 (1) (d) de la Ley del Aborto de
1967 permite el aborto hasta el nacimiento si “existe un riesgo
sustancial de que si el niño naciera, sufriera de anomalías físicas o mentales
como para quedar seriamente discapacitado”.
En 2020, se
registraron 3.083 abortos por discapacidad en Inglaterra y Gales, de los que
693 se realizaron después de un diagnóstico prenatal de síndrome de Down. Esta
cifra representa un aumento en comparación al 2019, donde 656 bebés con esta
condición fueron abortados.
“No hay
diferencia entre yo y alguien que no tiene síndrome de Down, como mi sobrino.
La vida es buena para personas como yo y la ley del aborto debe demostrarlo.
Todos somos iguales y los médicos no deberían decirles a las mujeres que se
arrepentirán si nace su hijo. Deberían estar apoyándolos”, sostuvo Heidi frente
a sus seguidores.
“Me entristece
que esto no suceda. Mi familia no lamenta que haya nacido, mi esposo no lamenta
haber nacido y todos mis amigos también me aprecian. Estamos felices con
nuestras vidas”, agregó.
La joven
activista recordó que las personas con su condición también pueden realizarse.
“Mi mamá, que también es mi agente, aquí hoy, se da cuenta de que estaba
equivocada conmigo cuando nací. Ella pensó que no me casaría y lo hice. Hace un
año. Es mi aniversario esta semana. James, mi esposo, también tiene síndrome de
Down. Él me apoya en este caso”.
El 6 de julio,
Jason Coppel, el abogado que representa a Crowter y Lea-Wilson, dijo al
Tribunal Superior que Heidi fue “objeto de abuso debido a su discapacidad y
cree que la existencia de una ley que permite el aborto hasta el nacimiento de
los bebés con SD [síndrome de Down] es una causa cultural que contribuye a este
tipo de abuso”, informó el periódico The Guardian.
Heidi Crowter y
Lea-Wilson, que cuentan con el respaldo del grupo Don’t Screen Us Out,
financiaron colectivamente más de 140 mil dólares para el caso ante la Corte,
que durará dos días según lo programado. Se espera que el juicio se reserve
para una fecha posterior.
Lea-Wilson dijo a
CNA –agencia en inglés del Grupo ACI- que en mayo se sintió inspirada a
participar en el caso después de ver en la televisión a Crowter discutir sobre
la ley de aborto.
Señaló que las
palabras de la joven defensora de los derechos de las personas con discapacidad
resonaron en ella después del nacimiento de su segundo hijo, Aidan, en junio de
2019.
Lea-Wilson relató
que descubrió “que Aidan probablemente nacería con síndrome de Down, cuando
tenía 34 semanas de embarazo”, y confesó que “luego, me preguntaron
repetidamente si quería terminar con el embarazo”.
“De repente, la
forma en que me trataron cambió de una madre emocionada esperando un segundo
hijo a una mujer que enfrenta una gran tragedia y que tenía que tomar una
‘decisión’: abortar o no mi embarazo”, señaló. “Tengo dos hijos a quienes amo y
valoro por igual, así que no puedo entender por qué la ley no los valora por
igual”, subrayó.
“Los jueces deben
saber que no estamos sufriendo y que nuestros padres y familia no sufren. Los
médicos necesitan escuchar esto, necesitan escuchar a personas como yo y
aprender más sobre la vida con síndrome de Down”, dijo Heidi fuera de la corte.
“Mi lucha por la
justicia y la igualdad nos ha traído hoy aquí para cambiar una ley que me hace
pensar que no debería haber nacido”, señaló. “Cuando la ley cambie para
nosotros, habremos ganado la pelea. Hagámoslo”, concluyó.
Traducido y
adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
Fuente: ACI
Prensa
