¡Lo que puede hacer un poco de agua fresca!
Habíamos cogido
unos tulipanes de la huerta para ponérselos al Señor, sin embargo, al poco
tiempo estaban tan lacios que yo los daba por “muertos”. Los puse en un jarrón
con agua fresca pensando que no serviría de mucho dado su estado “cabizbajo”.
¡Pero cuando
los volví a ver habían resucitado! Creo que, como ya los había catalogado para
tirarlos, por eso me sorprendió tanto. Por ello pensé: “¡Lo que puede hacer un
poco de agua fresca!”.
Y es que
cuántas veces damos ciertas situaciones por imposibles, o catalogamos a alguna
persona de ese modo; sin embargo, con Cristo nada se puede dar por imposible,
en Él siempre hay una salida. Él es el verdadero Agua Viva, que es capaz de
resucitar hasta la situación más enrevesada.
Mañana comienza
la Semana Santa, la más importante de todo el año porque precisamente
celebramos esto. Que estando nosotros muertos, Cristo murió y resucitó para
salvarnos, para que ninguna situación en la Historia se quede sin redención. Es
una Semana de Gracia donde la Fuente inagotable de la Vida se derrama.
Hoy el reto del
amor es que pongas aquello de lo que estás más sediento bajo la Fuente de la
Vida. Todos tenemos sed, una sed profunda que mueve nuestra vida hacia un lado
u otro; sin embargo, como dice San Agustín: “Nos hiciste, Señor, para Ti y
nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”, porque solo en Él
nuestra sed se verá saciada de verdad, solo Él es capaz de resucitarnos, de
realzar todo lo bueno que hay en nosotros y darnos la Vida con mayúsculas.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma