Esta oración “se canta o se dice en voz
alta los domingos” en Misa; con excepción de los domingos de “Adviento y de
Cuaresma” y tampoco en “las solemnidades y en las fiestas, y en algunas
celebraciones peculiares más solemnes”.
3. Cantar o recitar el
Aleluya antes del Evangelio
El Aleluya es una aclamación que
recitamos los fieles antes de la lectura del Evangelio para profesar nuestra fe
y acoger y saludar al Señor que nos hablará. Esta práctica se realiza todo el
año, con excepción del tiempo de Cuaresma.
Según el punto número 62 de la
Instrucción General del Misal Romano: “El Aleluya se canta en todo tiempo,
excepto durante la Cuaresma. Los versículos se toman del leccionario o del
Gradual”.
“En tiempo de Cuaresma, en vez
del Aleluya, se canta el versículo antes del Evangelio que aparece en el
leccionario. También puede cantarse otro salmo u otra selección (tracto), según
se encuentra en el Gradual”, agrega.
4. Colocar flores en el
altar
Durante la mayor parte del año
el altar es decorado con flores. Esta práctica, que implica poner flores con
moderación alrededor y no encima de la mesa del altar, no se realiza en
Cuaresma con ciertas excepciones.
Según el punto número 305 de la
Instrucción General del Misal Romano: “Durante el tiempo de Cuaresma se prohíbe
adornar el altar con flores. Se exceptúan, sin embargo, el Domingo Laetare (IV
[domingo] de Cuaresma), las solemnidades y las fiestas”.
Jimmy
Akin escribió en National Catholic Register que en los
últimos años algunas parroquias han sacado el agua bendita de las pilas
bautismales durante la Cuaresma, e incluso algunos las han llenado de
arena.
Explicó que realizaron esta
práctica para comunicar la idea de que este tiempo de sequedad espiritual es
una experiencia de “desierto”, que precede a la Pascua, en la que uno se
abstiene de usar el sacramental del agua bendita. Sin embargo, esta práctica no
está permitida por la Iglesia Católica.
La Congregación para el Culto Divino
precisó que solo se puede remover el agua bendita de las pilas los días del
Triduo Pascual, pero solo para preparar la bendición del agua en la Vigilia
Pascual. Esta práctica se realiza los días en los que no se celebra la
Eucaristía; es decir, Viernes y Sábado Santo.
Aclaró que “no está permitido remover el
Agua Bendita de las pilas durante el tiempo de Cuaresma” por dos razones:
“La legislación litúrgica vigente no prevé
esta innovación, que además de ser praeter
legem [aparte de la ley] es contraria a una comprensión
equilibrada del tiempo de Cuaresma, que si bien es verdaderamente un tiempo de
penitencia, también es un tiempo rico en el simbolismo del agua y el Bautismo,
constantemente evocado en los textos litúrgicos”.
Además, la Iglesia alienta a que los fieles
“se sirvan frecuentemente de los sacramentos y sacramentales” todo el tiempo,
incluida la Cuaresma. “El ‘ayuno’ y la ‘abstinencia’ que abrazan los fieles en
este tiempo no se extiende a la abstención de los sacramentos o sacramentales
de la Iglesia”, subrayó.
Durante la pandemia del COVID-19, las
iglesias en el mundo han retirado el agua bendita de sus pilas para prevenir
contagios del virus.
6. Cubrir con velos las cruces y estatuas
antes de tiempo
Según Akin, en los últimos años algunas
parroquias de los Estados Unidos han velado o retirado cruces y estatuas tan
pronto como comienza la Cuaresma. Sin embargo, cabe recordar que esta práctica
se realiza a partir del quinto domingo de Cuaresma, que es el domingo anterior
al Domingo de Ramos, fecha que da inicio a la Semana Santa.
Según la Congregación para el Culto Divino
"la costumbre de cubrir las cruces y las imágenes de las iglesias, a
partir del domingo V de Cuaresma, puede conservarse, a juicio de la Conferencia
de los Obispos. Las cruces permanecen cubiertas hasta después de la celebración
de la Pasión del Señor, el Viernes santo, y las imágenes hasta el comienzo de
la Vigilia Pascual”, señaló.
Fuente:
ACI