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Benedicto
XVI. Foto: © Vatican Media/ACI Prensa. Todos
los derechos reservados |
El 20 de agosto de 2005, en la
Jornada Mundial de la Juventud en Colonia (Alemania) que había convocado San
Juan Pablo II, Benedicto XVI dirigió un intenso mensaje al millón de jóvenes
reunidos en el Marienfeld o Campo de María.
En perfecto español, Benedicto
XVI resaltó: “Los santos, como hemos dicho, son los verdaderos reformadores.
Ahora quisiera expresarlo de manera más radical aún: solo de los santos, solo
de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo”.
3.- Visita al campo de
concentración de Auschwitz: ¿Dónde estaba Dios?
El 28 de mayo de 2006 Benedicto
XVI llegó al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en Polonia.
En un intenso discurso, el Papa
Emérito rogó por “la gracia de la reconciliación” y cuestionó: “¡Cuántas
preguntas se nos imponen en este lugar! Siempre surge de nuevo la pregunta:
¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿Por qué permaneció callado? ¿Cómo pudo
tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal?”.
“No podemos escrutar el secreto
de Dios. Solo vemos fragmentos y nos equivocamos si queremos hacernos jueces de
Dios y de la historia. En ese caso, no defenderíamos al hombre, sino que
contribuiríamos solo a su destrucción”, subrayó.
4.- El magistral discurso
a los obispos de América Latina en Aparecida, Brasil
El 13 de mayo de 2007, en el día
de la Virgen de Fátima y al inaugurar los trabajos de la V Conferencia General
de los Obispos de América Latina y el Caribe, Benedicto XVI dirigió un extenso
discurso en el que hizo un diagnóstico y una propuesta para evangelizar el
continente de la esperanza.
El ahora Papa Emérito resaltó la
riqueza de la fe de América Latina, alentó a la participación de los laicos en
la política y destacó algunos campos prioritarios para la evangelización como
la familia, los sacerdotes y los jóvenes junto con la pastoral vocacional.
Puede leer el discurso completo AQUÍ.
5.- El discurso de
Ratisbona que “ofendió” a los musulmanes
El 12 de septiembre de 2006
Benedicto XVI pronunció su famoso discurso en la Universidad de Ratisbona
(Alemania), que los medios manipularon para presentarlo como una “ofensa” a los
musulmanes.
En el discurso citó al docto
emperador bizantino Manuel II Paleólogo, cuando este dialogaba en 1391 con un
persa culto en Ankara, la actual Turquía: “Muéstrame también lo que Mahoma ha
traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malas e inhumanas, como su
disposición de difundir por medio de la espada la fe que predicaba”.
En su discurso, Benedicto XVI
afirmaba que “el emperador, después de pronunciarse de un modo tan duro,
explica luego minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe
mediante la violencia es algo insensato. La violencia está en contraste con la
naturaleza de Dios y la naturaleza del alma”.
Según el semanario español Alba,
fue la BBC de Inglaterra la que suscitó la violencia entre los musulmanes al
publicar en sus ediciones en árabe, turco, parsi (Irán) y urdu (Pakistán) la
noticia titulada: “El discurso del Papa excita la ira musulmana”.
Si bien Benedicto XVI pidió
disculpas por si alguien se sintió ofendido, nunca se retractó de lo que dijo
en el discurso.
6.- El Año
de la Fe
Benedicto XVI proclamó el Año de la Fe del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013, al conmemorarse los 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II y los 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.
En la homilía de la
inauguración, dijo que ese tiempo se podía entender “como una peregrinación en
los desiertos del mundo contemporáneo, llevando consigo solamente lo que es
esencial: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas, como dice
el Señor a los apóstoles al enviarlos a la misión, sino el evangelio y la fe de
la Iglesia”.
7.- La
espera bajo la lluvia en la JMJ Madrid 2011
El 20 de agosto de 2011 quedó
marcado en el corazón de más de 1 millón de jóvenes que acompañaron a Benedicto
XVI en la vigilia de la JMJ de Madrid (España), en el aeródromo de Cuatro
Vientos.
Soportando la fuerte lluvia y
tras rechazar el consejo de sus colaboradores que lo instaron a retirarse hasta
en tres ocasiones, Benedicto XVI se quedó en su lugar, protegido en algo por un
paraguas, con una gran sonrisa en el rostro.
Después de unos minutos,
agradeció a todos “por esa alegría y resistencia. Nuestra fuerza es mayor que
la lluvia”.
“Queridos jóvenes hemos vivido
una aventura juntos. Han resistido firmes en la lluvia”. “Igual que esta noche,
con Cristo podréis afrontar las pruebas de la vida, no lo olvidéis”, dijo
Benedicto XVI al despedirse.
8.- El sombrero mexicano
que Benedicto XVI usó en León, México
El 25 de marzo de 2012 el Papa
Benedicto XVI presidió una multitudinaria Misa a la que llegó ataviado con un
sombrero mexicano.
Con una gran sonrisa, el Santo
Padre pasó en el papamóvil saludando a los cientos de miles de fieles que
llegaron para la Eucaristía en el Parque Bicentenario.
En su homilía, Benedicto XVI
alentó a todos a pedirle a Cristo “un corazón puro, donde él pueda habitar como
príncipe de la paz, gracias al poder de Dios, que es el poder del bien, el
poder del amor. Y, para que Dios habite en nosotros, hay que escucharlo, hay
que dejarse interpelar por su Palabra cada día, meditándola en el propio
corazón, a ejemplo de María”.
9.- Benedicto XVI viaja a
Cuba
Entre las distintas actividades
que presidió en su visita a la nación caribeña, el 26 de marzo de 2012
Benedicto XVI celebró una Misa en Santiago de Cuba, donde dijo: “Queridos
hermanos, ante la mirada de la Virgen de la Caridad del Cobre, deseo hacer un llamado
para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo, y con
las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una
sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que
refleje más la bondad de Dios”.
10.- Las
palabras finales de Benedicto XVI como Sumo Pontífice
El 28 de febrero de 2013, 17
días después de haber anunciado su renuncia, Benedicto XVI se dirigió en
helicóptero a la residencia pontificia de Castel Gandolfo.
Ante unas 10 mil personas presentes, el ahora Papa Emérito dijo: “Quisiera aún, con mi corazón, con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas interiores, trabajar por el bien común de la Iglesia y de la humanidad".
“Sigamos adelante con el Señor por el bien de la Iglesia y del mundo. Gracias", concluyó.
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA
Fuente: ACI